viernes, 25 de noviembre de 2011

CAPÍTULO XIII.III

❧❃❧ XIII. LA SEÑAL ❧❃❧

❃ (TERCERA PARTE) 

(Sala de interrogatorios)
Acababan de darme una paliza, y de las buenas los muy cabrones…pero es lo que tiene hacer locuras como esa para intentar proteger a alguien.

No me preguntéis porqué le hice escapar ya que sigo sin tenerlo demasiado claro, aun hay piezas que no encajan del todo…pero sé que hice lo correcto. Llamarlo intuición.

Sólo espero que ahora esté a salvo.
- La has cagado bien cagada, Halcón.

Fragman era uno de los compinches de las Sombras, llevaba años infiltrado en la poli y actuaba como soplón para ayudarnos a “cubrir” los casos en los que los vampiros estuviesen implicados. En este caso no había vampiros, pero aun así las Sombras habían sido avisadas con tiempo para que nosotros encontrásemos a la víctima antes que ellos.

El motivo de todo aquello no lo conocía aun, pero en ese momento apenas quería pensar en ello.
Lo único que me importaba es que ella estaba viva, y que una mujer inocente había muerto en lo que había sido una clara ejecución.

Me sentía fatal después del alivio que supuso para mí descubrir que era Beth, y no ella la víctima, pero no podía evitarlo…esos minutos en los que creí haberla perdido para siempre se convirtieron en la peor tortura a la que pude ser sometido nunca. Y tenerla entre mis brazos después de lo ocurrido y sentir sus latidos fue como volver a nacer.

Era como si mi vida dependiese ahora de su  propio aliento.

- Acabas de inmiscuirte en una investigación, convertirte en el primer sospechoso de un asesinato... ayudar a una posible testigo a escapar, cargarte el lugar del crimen y darle una paliza a mis hombres en ¿Cuánto? ¿Cinco minutos?
- Soy así de precoz, que le vamos a hacer – contesté sin mucho entusiasmo.

Fragman resopló masajeándose las sienes.

- Puñeteros novatos - murmuró - Vas a pasar un tiempo aquí encerrado, lo sabes ¿verdad?
- Supongo… ¿Tenéis tele, no?

(Compañía Shelüne)

Me desperté por segunda vez en un cuarto que no conocía de nada, y con un dolor de cabeza que debía al fuerte golpe que seguramente me hizo caer inconsciente.

Pero en esa ocasión no estaba sola.
Janne estaba sentado en un taburete de madera enfrente de la cama. Le miré sorprendida y automáticamente busqué un objeto que poder tirarle para defenderme de una posible agresión sexual.

Tampoco es que pareciese muy predispuesto, pero nunca estaba de más ser prevenida, sobre todo cuando acababas de vivir una experiencia como aquella.

- Lo siento…a veces no controlo mi fuerza – dijo con un tono de voz que sonaba algo avergonzado.

-Vuelve a tocarme o intenta algo raro y te corto las manos – dije empuñando la funda de unas gafas de leer en una mano y un tocho de “Los Pilares de la Tierra” en la otra.

Miró mis “armas” con una ceja arqueada y después se levantó, estirando las piernas y los brazos perezosamente.
- No te preocupes, no eres mi tipo – dijo amortiguando un bostezo con su manaza.

Y se quedaba tan pancho el tío…

Ahí estaba yo después de ver a mi compañera tirada en el suelo con media cabeza reventada, ver como detienen a su ligue en el lugar del crimen, huir de la policía, descubrir que mi piso había sido destrozado y ser secuestrada por un mastodonte…y el muy bestia va y me contesta eso.

Que no me preocupe…

- Pasas mucho tiempo solo, ¿verdad?
 También podría haberle preguntado que de qué cueva había salido, pero no quería llevarme otro golpe en la cabeza.

Él parpadeó dos veces, pero no contestó a mi pregunta. Tampoco es que hiciese falta…

- ¿Porqué me has secuestrado? Si esperas un rescate la llevas clara…nadie va a pagar un centavo por mí.

- No te he secuestrado. Intentaba protegerte – aclaró.

¿Otra vez?

- ¿Protegerme? ¿De qué? – pregunté confusa.

- De las personas que entraron en tu piso.

Le miré preocupada.

- P-pero… ¿que estaban buscando? No tengo nada de valor…

- A ti.
El tono de voz de Janne era siempre bastante neutro, parecía acortar todo lo posible las respuestas para no hablar demasiado y nunca elevaba el sonido de cada palabra por encima de otra. Se notaba que dar explicaciones no entraba en su lista de cosas favoritas que hacer, pero después de su falta de tacto y sutileza supongo que merecía al menos saber qué estaba pasando.

- No lo entiendo…pero yo no he hecho nada.

¿Tendría aquello algo que ver con Hamming?

- No es por lo que hayas hecho.

- ¿Entonces?

 - Es por lo que eres. Por quién eres – contestó dejando más enigmas en mi ya de por sí saturado cerebro.

Me miró fijamente, y temí que pudiese ver más allá de la máscara que había creado con mi nueva identidad.

- Y tú…sabes quién soy – murmuré con inseguridad.
Él se limitó a asentir tranquilamente.

- ¿Y por qué me ayudas?

- Porque es mi deber.

- ¿Tu deber?

- Debo protegerte- contestó con seguridad.

- ¿De qué?

- No puedo decírtelo aún. Pero debes quedarte en la Compañía durante un tiempo, aquí no van a buscarte.

Cada vez entendía menos, pero sabía que por mucho que lo intentase no podría sacarle más información. Y tampoco es que mi cabeza estuviese muy preparada en ese momento para recibirla.
Me sentía agotada, y a punto de caer en una nueva etapa de autocompasión depresiva.

Beth había muerto, y no es que me cayese demasiado bien pero ninguna persona merecía acabar de esa forma. Era mi compañera, y tenía toda la vida por delante. Y yo me había comportado como una niña celosa e imbécil que deseaba con todas sus fuerzas que se quitase de mi camino. Las últimas palabras dirigidas a ella habían sido déspotas y crueles, y todo por culpa de lo que sentía por ese músico…

¿Qué habría sido de él? ¿Y porque supuso para él un alivio que yo estuviese viva? ¿Acaso pensaba que era yo la que había…?

-          Tan sólo ha empezado.

-          ¿Cómo?

Casi me había olvidado de la presencia de Janne.

-          Debes estar preparada para lo que viene, Alidaen – pronunció mi nombre con cautela, sin dejar de mirarme a los ojos. El tono de su iris era tan oscuro que casi se camuflaba con su pupila – Pronto tendrás que elegir, y de la decisión que tomes no sólo dependerá tu destino, sino el del mundo en el que vives.
Era incapaz de hablar, aquella frase parecía sacada de una peli de misterio pero ni se me pasó por la cabeza interrumpirle o tomarme a broma sus palabras. Parecía muy concentrado, como si su mente y su cuerpo se encontrasen en planos distintos.

-          N-no lo entiendo…

-          Los Condenados se alzarán con su llegada, y en ti está la clave para detenerlos o…dejar que surjan de entre las Sombras.

Volví a dejarme caer en la cama, tratando de encontrar algún sentido a sus palabras. Enseguida pareció volver en sí, como si acabase de despertar de un sueño. Por un segundo me recordó a la reacción de aquella extraña anciana a la que pedí indicaciones meses atrás.

-          ¿Q-quién eres realmente…? – pregunté atemorizada.

Janne apartó la mirada antes de seguir hablando, en un gesto cargado de humildad.
-          Yo…sólo soy un Guía, y debo cuidar de ti para que encuentres tu camino.

(Cárcel de Bridgeport)
No sabía cuánto tiempo llevaba ahí encerrado, las horas se hacían eternas mientras daba vueltas una y otra vez a todo lo ocurrido, tratando de buscar respuestas a todas las incógnitas que a lo largo de esas últimas semanas habían ido acumulándose dentro de mi cabeza.

Finalmente, y cuando casi había llegado a una conclusión, Lobo apareció en la puerta de mi celda, como si hubiese esperado todo este tiempo a que yo mismo encontrase las respuestas que necesitaba.
-          Esperaba que todos estos años de entrenamiento te hubiesen servido de algo. Pero ya veo que no – dijo golpeando con severidad en mi orgullo herido.

-          Tú sabías que todo esto pasaría…- dije al ver su figura inmóvil frente a los barrotes de mi celda.

-          Si – contestó con sinceridad.

-          Me tendiste una trampa – continué con calma.

-          Todos los actos tienen sus consecuencias, debes aprender a meditarlos antes de tomar una decisión. Decidiste actuar sin pensar y ahora sufres las secuelas de tu error.  

Tenía toda la razón, pero que yo hubiese sido o no demasiado impulsivo no habría cambiado lo que pasó.

-          ¡No me vengas con discursos! ¡Ha muerto una mujer inocente!

-          A veces es necesario hacer sacrificios, lo sabes muy bien.
        
Sacrificios. Ahora entendía todo aquello. Las Sombras habían usado a Beth como conejillo de indias. Querían que la confundiese con ella y yo había caído como un imbécil en aquel juego.
-          ¿Es esta la forma que tienen las Sombras de actuar realmente? ¿Haciendo sacrificios humanos?

-          ¿Preferirías que hubiese sido ella? – me inquirió clavándome la mirada.

No quería ni pensar en ello.

-          Puedes odiarme si quieres por lo que he hecho – continuó hablando -  pero nunca he deseado ningún mal para ti, ni para ella…

-          ¿Por eso intentas alejarme de su lado?

-          No lo entiendes…si no lo haces acabarás destrozando su vida y la de todas las personas que puedan importarte. Sé lo que sientes ahora, créeme… lo sé perfectamente - hizo una pausa antes de continuar hablando, parecía realmente afectado por todo aquello - Pero alejarte de esa mujer es lo mejor para ambos.

-          Así que ahora eres un santo y yo debo agradecerte todo lo que has hecho - contesté con ironía.

-          No hace falta que lo hagas, pero sólo intento ayudarte.

¿Cómo se atrevía a confundirme de ese modo? ¿Por qué decía que me ayudaba cuando lo único que yo necesitaba era estar junto a esa mujer? Puede que fuese un gilipollas egoísta y no me diese cuenta de nada, pero era incapaz de pensar en otra cosa. Por primera y única vez sólo pedía una cosa….y me la estaban arrebatando.
-          Escúchame Thae…- rápidamente se corrigió al estar a punto de pronunciar otro nombre, pero yo estaba tan cabreado que apenas le di importancia – Halcón. Te juro que haré todo lo posible por protegeros, a ambos.

-          ¿Haciendo que las personas que van a por ella la confundan con cualquier otra mujer con peluca rubia? – pregunté con sarcasmo - ¿O dejándome aquí tirado para que no pueda cuidar de ella yo mismo?

-          Debes permanecer aquí, de momento.

Odiaba que me mantuviese al margen de ese asunto, y yo desde luego no pensaba quedarme de brazos cruzados mientras ella corría peligro.

Tenía que encontrar un modo de salir de allí…
Me dejé caer sobre el catre, golpeándome sin querer la cabeza contra la pared de la celda mientras él se alejaba de mí para dirigirse a la salida.

-          Espera…- le pedí volviendo la vista hacia él.

Lobo se dio la vuelta para enfrentarse a mi última pregunta.

-          Dime al menos quién la está buscando.

Había una profunda tristeza en su mirada, en la que yo no había reparado hasta ese momento.
-          Tu familia…- dijo tras una larga pausa – tu padre ha sido quien los ha enviado.



12 comentarios:

  1. :O Que bien que bien... me paso todos los días para ver si nos traes algo nuevo... que genial que está la historia... no puedo parar de leerla.. Ojalá sigas pronto.

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias por pasarte por aquí y seguir la historia guapa! Intentaré actualizar cuanto antes para finalizar la temporada y ponerme con la siguiente. ¡Un beso enorme!

    ResponderEliminar
  3. Buenas. Aún no he podido leerme todo pero el vistazo que le he echado me ha encantado. A ver si pillo menos exámenes para cogerme palomitas y a leer como una cosaca, jajaja.
    Ánimo y sigue escribiendo que se ve que es lo tuyo!
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Que buen capítulo...por Dios; ¡Quiero más!!
    muyyyy buena la historia Alidaen, mira que estoy igual que Eclipse, pasando diario.

    ResponderEliminar
  5. Gracias Sugar, y encantada de tenerte por aquí, yo ya te tengo fichada para ir leyendo tu historia en el blog, aunque también la sigo por el foro de capital desde el principio jajaja

    Y me alegro mucho de que te guste Marie! estoy encantada de saber que te pasas por aquí todos los días y sigues la historia. Intentaré actualizarla lo antes posible guapa, y muchas gracias por comentar!!

    Besazos para las dos!

    ResponderEliminar
  6. No sé porque pero ese tal lobo no me da buena espina, está ocultando algo, y ese algo no es bueno...
    Menos mal que Alidaen consiguió escapar y está con Janne, haber si empiezas pronto a poner los nuevos capítulos que lo has dejado en suspense xD

    ResponderEliminar
  7. Pues después de leerme tooooda la historia.... Quiero más!
    Un argumento excelente, lleno de misterio y que engancha. Sigue así!

    ResponderEliminar
  8. Cris en esta historia el que no oculta información es raro jajaja pero sí, ya verás como pronto descubres que esconde el personaje de Lobo. Al igual que Thaerion es un personaje complicadillo, ya lo verás.

    Y Sugar que valor tienes! me alegra ver que la historia te ha enganchado para leertela del tirón madre mía! Y muchísimas gracias por haberte tomado la molestia de comentar, me ha encantado ver tu punto de vista a medida que se ha ido desarrollando la historia.

    Muchas gracias a las dos!! y prontito el epílogo de esta temporada!¡Besazos!

    ResponderEliminar
  9. Gracias a tí por entretenernos de lo lindo con esta maravillosa historia.
    Es más, gracias por inspirarme en la forma de escribir la mía. Me dan bastantes ganas de empezar a escribir en estilo al tuyo, con tantos detalles y una escenificación que casi estás allí con los personajes...
    Creo que voy a dejar a un lado los guiones y me voy a poner de narradora jajaja
    Besos!

    ResponderEliminar
  10. Jajaja pues yo te animo a que lo hagas! seguro que te sale de maravilla ^^ Muchos besos guapa!

    ResponderEliminar
  11. It cannot end well if his Father is looking for her.
    I hope Lobo can offer good protection.
    I love the descriptions of Janne. He is a loyal character.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. I'm glad you like Janne, is very loyal and protective.

      Thanks for your comment and read the history!

      Eliminar