sábado, 31 de diciembre de 2011

¡FELIZ AÑO NUEVO A TOD@S!

¡¡¡QUE PASÉIS UNA BUENA NOCHE Y LA RESACA DE MAÑANA SEA LEVE!!!

Feliz Año Nuevo ;)

PD: Gracias Nova y Luna por los globos y el champán!! jajaja

viernes, 30 de diciembre de 2011

Empezando un nuevo capítulo

Aquí os dejo ya la primera parte del capi VI ^^

Este capítulo lo he querido hacer especialmente para introducir a un nuevo personaje que cobrará cierta importancia en la historia.

Este personaje no es mío, sino de mi amiga Mexe que lo creó inspirada en la serie y me pareció tan chulo que le pedí permiso para introducirlo en ella, así que este capítulo te lo dedico a tí especialmente guapa, espero que te guste esta pequeña introducción suya, y no te preocupes porque saldrá más veces! Tengo ya en mente algunas cosillas con ella.

Y bueno, aunque en esta parte no se vea demasiado os aviso que en la siguiente ya veremos como se deselvuelve Alidaen en el club y veremos que pasa jijiji, pero antes he querido que se vea también la llegada de Valo al Darkness.

Y también aprovecho para dejaros un video de la canción que he metido en este capítulo cantada en directo, para que os hagáis una idea de como sonaría durante el concierto de esa noche (con gritos de féminas histéricas incluidos) y sobre todo para que os deleitéis la vista con ese pedazo de cantante. La forma de cantar, moverse y la mirada sería completamente como lo haría Valo en la vida real, y es que en parte es en Ville Valo en quién me baso cuando Thaerion muestra su lado musical y más seductor, me recuerda muchísimo a él y esos ojazos...*.*

Además la letra está traducida y creo que pegaría bastante con la escena que inspiró a Thaerion cuando la compuso. ¡Espero que os guste! ¡Besos!

PD: ¿Los miembros del grupo no se dan un aire a ciertos personajes? Fijaros en el teclista, guitarrista y batería, a ver si os suenan ;) jijiji

CAPÍTULO VI: Susurros en la Oscuridad I

(PRIMERA PARTE)

Tan sólo llevaba unos segundos  allí…y nada más aparecer por la puerta ya se había convertido en el objetivo de una decena de vampiros ansiosos por probar su sangre.
Yo en cambio me conformaba con todo lo demás, y no pensaba dejar que ningún otro ser de este mundo (vampiro o no) le hincase el diente.

Era mía…

(1 Enero de 2011 – Unas horas antes…)

Llegué a la hora que Mina me había dicho. Todo estaba exactamente igual que el año pasado, nada destacable salvo unos cuantos vampiros sedientos esperando la llegada de su alimento.
- ¿Por qué tienen que esperar a comerse las malditas uvas para venir? Que aburrimiento…y que hambreeee.

Mina estaba deseando dar su espectáculo junto a su hermano Malco.

Éste consistía básicamente en menear el culo y provocar a la cantidad de jovencitos y jovencitas que venían en busca de emociones distintas, y porque no, para pasar el rato con seres tan bellos como peligrosos.

Y poder decir “¡Guau! ¡Me he acostado con un vampiro!”

¿Qué importaban los días de mareos, cansancio extremo y las posteriores anemias tras la perdida de sangre, pudiendo decir a tus padres que has ligado con un ser que puede matarte si le da por beber durante un par de segundos más de lo necesario?

En fin…supongo que hablaba por mi mala experiencia con ellos, pero desde luego no me quedaba ninguna gana de volver a repetirlas.
- Ten paciencia hermana…llegarán pronto… - la voz de Malco era tan suave y ambigua que resultaba casi imposible saber si era una mujer o un hombre quien hablaba.

Aunque al menos en esa ocasión se había dejado algo de perilla para no confundir demasiado a las chicas.

Sé que no soy nadie para hablar y en alguna que otra ocasión también me han confundido (de espaldas sobre todo), pero mi voz dejaba claro desde el principio lo que tenía entre las piernas, sobre todo cuando soltaba la bordería pertinente.
- ¡Valo! ¡Has llegado! – gritó Mina cambiando de gesto al instante.

Las miradas de varios vampiros sentados en los divanes se posaron en mi figura.

- Si, y gracias por anunciarlo por todo lo alto.

A la mierda el pasar desapercibido…
- Te estábamos esperando – Malco se acercó plantándome un beso helado en la mejilla, cerca de la comisura de los labios – estás estupendo…como siempre.

Le miré de reojo, mordiéndome la lengua.
- Gracias – contesté secamente.

Mina nos miraba con los ojillos iluminados, a saber que estaba pasando por su cabeza en esos momentos (nada bueno, seguro).
- Ains… - suspiró.

Y no era la única…
- Creo que iré a preparar las cosas – dije sintiéndome de repente un poco incómodo por tanta miradita.

- ¿Quieres que te ayude? – se ofreció Malco amablemente.

- No gracias, no quiero que te ensucies ese umm…atuendo de Año Nuevo.
- Como quieras…- contestó acariciándome el hombro con la yema de sus dedos – si me necesitas estaré aquí…esperándote.

- Adsadkq  asdad jdjkas efjsdf – o era un nuevo idioma vampírico o a Mina se le habían atragantado las uvas antes de tiempo.

Me fui con mis cosas y empecé a preparar todo lo necesario para el concierto de esa noche, tenía tiempo de sobra así que después aproveché para ensayar algunos temas.
Para esa noche había preparado uno nuevo titulado “Gone with the Sin”, que había compuesto especialmente para ella pensando en el día que nos conocimos.

“I love your skin oh so white
I love your touch cold as ice
And I love every single tear you cry
I just love the way you're losing your life”

- Es muy bonita.
La voz procedía de una joven de pelo blanquecino bastante hermosa, tenía un extraño color de ojos, de la misma tonalidad que su cabello y apenas se le notaban las pupilas. En un principio pensé que era ciega, pero veía perfectamente.

No era vampiresa, fue lo único que pude percibir al estar junto a ella, pero tampoco parecía una humana corriente.

- Gracias – contesté dejando de tocar y posando la guitarra a un lado.

- Está inspirada en alguien ¿verdad?

Asentí, no muy seguro de querer hablar de ello con una desconocida. Pero había algo en ella que me inspiraba confianza, y desde luego no parecía estar allí para hincarme el diente al ser de los pocos vivos que había, lo cual era de agradecer. De hecho ni siquiera parecía interesada en ligar conmigo.

- Se nota – contestó esbozando una sonrisa - tus ojos expresan más sentimiento aún que tus palabras.
Me encendí un cigarrillo mientras hablaba y le ofrecí dándole una calada, ella negó con un gesto educado.

- ¿Tanto se nota?

- Bueno, yo lo noto. Pero no te preocupes, para el resto seguro que sigues siendo un tipo frío que sólo toca por compromiso.

Cada vez me resultaba más intrigante esa muchacha.

- ¿Cómo lo sabes? Quizás me vayan estos rollos…

- Por la cara de asco que pusiste al entrar – dijo riendo.
Tenía una risa muy agradable y un tono de voz juvenil y dulce. Por su aspecto no aparentaba más de veinticinco años.

- Me llamo Merced.

- Encantado Merced, yo soy Arian. Aunque aquí me conocen como Valo.

- Un placer.

- Acércate si quieres, no muerdo…y creo que soy de los pocos que pueden decir eso por aquí bromeé.

Volvió a reírse tímidamente.

- ¿Y tú qué haces aquí? – Pregunté con curiosidad – no pareces de las chicas que suelan frecuentar la compañía de chupasangres.

- He venido buscando a alguien – contestó y por su tono de voz pude notar que estaba algo preocupada – pero me temo que no está.
- ¿Un vampiro? Quizás pueda ayudarte, conozco unos cuantos.

- Si, pero él no…- miro alrededor, fijándose en el resto de vampiros de la sala – él no frecuenta estos sitios.

- ¿Entonces porque lo buscas aquí? – pregunté extrañado.

- Era mi último recurso – contestó con gesto apenado – pero me temo que he venido para nada.
- Bueno para nada no – contesté adoptando un tono de voz más profundo y teatral – ya puedes decir que has conocido al  apuesto “Conde Valo”.

Normalmente no bromeaba con los desconocidos, pero actuar como un payaso a veces las hacía sonreír, y la verdad es que me alegró ver que funcionaba y su gesto preocupado se suavizaba un poco.

- ¿Conde Valo? – Preguntó divertida – parece sacado de una novela cutre.

“Ouch”

- Es que está sacado de una, pero no se lo digas a nadie.

Su sonrisa se ensanchó y se sentó a mi lado mientras yo quitaba los cables que había cerca.
- Tengo que irme – dijo colocando las manos en su regazo de forma educada – pero me encantaría terminar de escuchar esa canción.
La miré durante unos instantes y volví a coger mi guitarra, comenzando a acariciar las cuerdas para volver a tocarla. Recordando mientras lo hacía aquella noche en la que rocé su piel por primera vez.
Aquella noche en la que casi la pierdo a manos de ese vampiro, y en cuya desesperación me iluminó como la tímida luz de una vela en medio de la oscuridad.

“I love your skin oh so white
I love your touch cold as ice
And I love every single tear you cry
I just love the way you're losing your life

Ohohohohoh my Baby, how beautiful you are
Ohohohohoh my Darling, completely torn apart
You're gone with the sin my Baby and beautiful you are
So gone with the sin my Darling

I adore the despair in your eyes
I worship your lips once red as wine
I crave for your scent sending shivers down my spine
I just love the way you're running out of life

Ohohohohoh my Baby, how beautiful you are
Ohohohohoh my Darling, completely torn apart
You're gone with the sin my Baby and beautiful you are
So gone with the sin my Darling”

(Horas más tarde…en la Compañía Shelüne)

-          Vamos Francessco, no es tan difícil…tienes que ir allí y…
Sólo necesitaba un pequeño empujoncito.

-          …no puedo…soy un cagado.

Francessco no podía dejar de dar vueltas al mensaje de las narices. ¿Por qué había salido huyendo de esa forma?

-          Ahora pensará que soy idiota… ¡o...pensará que soy de la otra acera!

Al cabo de unos segundos Violeta apareció echa una furia en el baño de hombres, sin molestarse en preguntar si estaba ocupado.
-          ¡Tú debes ser tonto! o eso...o te van los tíos. 

Fran vio su reflejo a través de espejo, y cerró los ojos unos instantes esperando que sólo fuese una aparición ocasionada por beberse dos copas de ron en un tiempo record.

-          ¿Cómo se te ocurre dejar pasar una oportunidad así?

-          ¿Oportunidad? No sé de qué me hablas…- contestó adoptando un gesto sonriente y algo despistado.

“A ver si cuela…”, pensó.
-          Oh no…conmigo no te hagas el tonto señorito, ya estás moviendo el culo ahora mismo y yendo a su cuarto para…

-          ¡Eh! – la cortó antes de que lo dijese - ¿A qué viene esto? Estaba cansada y no quería molestarla, además ahora estará durmiendo y ya sabes que es malo despertar a las personas cuando…

-          ¡Cuando leches!
-          Pero bueno… ¿se p-puede saber qué te pasa? ¿Por qué te enfadas así y porque tanto empeño por…? – le daba un corte tremendo pensar en ello, y decirlo ni te cuento – por…eso.

Violeta le miró con el ceño fruncido, extrañada por un comportamiento tan impropio de un hombre, y encima italiano. De haber sido su primo, Alidaen debería ir ya por el tercero por lo menos.

-          No me digas que tú también…

-          Yo también…
-          ¡Eres virgen!

Francessco se puso como un tomate, colocando las manos delante suya y moviéndolas nervioso.
-          N-no, n-no…claro que no…espera…¿¿ella también?? – preguntó sorprendido y al mismo tiempo aliviado sin saber porque.

-          ¡Si! Quiero decir…no del todo – contestó con una mueca - casi casi por decirlo de alguna forma…

-          ¿Casi casi?

-          ¡Que te calles y dejes de hacer preguntas! – le ordenó.

A pesar de su altura y de que casi siempre andaba por ahí sonriendo Violeta imponía bastante cuando se enfadaba, aunque seguía sin tener muy claro porque se ponía de esa forma…

Notó como ella aspiraba aire profundamente y se tranquilizaba un poco.

-          Veamos…a ti te gusta Alice ¿no?


-          Bueno…es ummmm…- “¿porque tienen que hacerme siempre estas preguntas? Luego no quieren que me quede encerrado en mi cuarto con el ordenador…las mujeres son muy difíciles”guapa, sí.

-          Guapa…- repitió con una ceja arqueada.


-          Eso he dicho.


-          Tú eres tonto.


-          P-pero ¡¿Por qué?!


-          ¡Ve a su cuarto ahora mismo y hazla feliz!


-          Si claro, qué fácil es decirlo…- “cuando tienes experiencia”, pensó.


-          ¡Que vayas!

-          ¡Joder! ¡Qué genio! Ya voy mujer…me estaba arreglando un poco… - mintió.


Violeta se tomaba demasiado en serio eso del empujoncito, menudo carácter tenía.


Francessco adoptó una pose más segura mientras caminaba, esbozando una sonrisita que fue volviéndose más nerviosa a medida que caminaba por el pasillo y se acercaba al cuarto de Alice.


No sabía qué debía hacer, y tampoco qué decir. ¿Debía actuar como su primo e ir al grano o tomárselo con calma?


Se quedó contemplando la puerta pensativo, con el puño en alto listo para llamar.

Ni si quiera estaba seguro de querer hacerlo, ¿y si no estaba preparado?


“Recuerda que tienes veintisiete años y no has estado nunca con una chica”


Y ella…no era una chica cualquiera.


Era preciosa, divertida y la única que se reía con sus chistes. Hasta tenía un toque friki con esas orejas de punta a lo Galadriel.


Le gustaba bastante y ella también parecía cómoda con él, pero no era la primera vez que conocía a una chica y esta le daba calabazas porque le gustaba sólo como amigo.


Pero en aquella ocasión no dejaría que pasase lo mismo, apenas se conocían y era el momento para lanzarse y hacerle ver que no era un chico con el que poder ver pelis y jugar a las cartas nada más, qué podía seducirla y…


“Toc Toc Toc”


-          Merda – susurró dándose cuenta de que ya no había marcha atrás.


Pero nadie contestó y volvió a probar, tocando con más energía.

-          ¿Alice…?


“Quizás esté durmiendo, mejor no la molesto” “No Fran…no te eches atrás ahora”


Abrió la puerta con cuidado y asomó la cabeza lentamente, el cuarto estaba a oscuras y helado. Pudo ver que había dejado la ventana abierta y la luz de la luna iluminaba en parte la habitación, fijó la vista en su cama…pero allí no había nadie.

-          Pues vaya…


Se dio la vuelta echando un vistazo por el pasillo y Violeta apareció enseguida.


-          ¿Qué ocurre?


-          ¡Pero bueno! ¿vas a seguirme toda la noche?


-          ¿Eh? ¡No! ¡Claro que no! No te preocupes que sólo estaba cotilleando…quiero decir caminando…hacia mi cuarto, duermo al lado ¿lo sabías? Pero mira que sois egocéntricos los tíos… - murmuró por lo bajo.


-          Alice no está en su cuarto – dijo preocupado.

-          ¡¿Cómo?!


-          Pues eso, y la ventana está abierta así que…


En ese momento vio aparecer a Janne, que estaba a medio vestir con un ligero pantalón de pijama. Su enorme torso estaba a la vista, ausente de vello como era común en los de su etnia y surcado de cicatrices, algunas bastante grandes.

Con semejantes especímenes rondando por allí luego no quería ser el amigo majo.


-          ¿Qué pasa? – preguntó caminando directo hacia el cuarto de Alice y parándose en el marco de la puerta al ver la ventana abierta.


-          Se ha ido…- contestó Violeta tapándose la boca preocupada.


Ni siquiera se molestó en buscarla dentro de la compañía, nada más ver su cuarto vacío se dirigió hacia la ventana dispuesto a saltar por ella.

-          ¡Espera Janne! ¿Vas a salir así? ¡Te vas a helar! ¿Además donde piensas ir a buscarla?


Francessco entró detrás de él, y su mirada se posó directamente en el escritorio de la joven.


-          Como no haya ido al cine a ver la última de Crepúsculo, mirad todos estos libros, parece ser que ha estado bastante interesada últimamente en las novelas de vampiros.


-          Vampiros… - repitió Janne con su ceño aun más ceñido que de costumbre, sospechando a qué podía haber ido.

Ángela apareció de pronto, con un Lande despeinado y con la camisa mal abrochada detrás.


-          Ha ido al Darkness – dijo en un tono de voz bajito.


-          Pero si está cerrado… - contestó Violeta.


-          Te dije que tenías que haber mantenido el pico cerrado Viole, ahora a saber…


Un golpe seco y potente hizo que todos corriesen hacia la ventana para ver que había pasado.

Al hacerlo vieron a Janne con una rodilla clavada en el suelo incorporarse rápidamente para perderse en la oscuridad.


-          ¡Janne ten mucho cuidado! – gritó la pelirroja – espero que esté bien – murmuró sintiéndose culpable por haberle metido esas ideas en la cabeza.


-          Tranquila, la traerá con vida - le tranquilizó Ángela – espero…


Francessco se cruzó de brazos, apoyándose en el marco de la puerta con  gesto ausente y Lande se revolvió el pelo mirando la escenita con cara de no enterarse de qué iba el asunto.
-          ¿Va a cerrar alguien la ventana? Hace frío… - dijo bostezando y tapándose la boca con la manaza – por cierto Violeta… ¿tu prima ya se ha ido? Tengo que darle las gracias por algo.

(Siguiente capítulo)
(Comentario sobre este capítulo)

(Capítulo anterior)

miércoles, 28 de diciembre de 2011

¿Llegaremos a...?

¿...al dichoso Darkness?

Lo descubriréis en este capítulo, aquí dejo finalizado el número V, espero que os guste y os deje con ganas de más! jijiji

Disculparme por poner las imágenes tan oscuras pero aunque las retoco un poco para darles iluminación al estar hechas casi todas de noche no se ven demasiado bien.

Para este capítulo me descargué dos pedazo de solares que me encantaron y salvaron la vida, en primer lugar una estación de metro guapísima que la descargué de aquí: Estación de tren (creo que hay que registrarse pero merece la pena)

Y la segunda es la fábrica abandonada, que es de pago, del creador Cyclonesue (en TSR), del cual me descargué todos sus objetos porque son una maravilla y me vienen perfectos.

Y también me gustaría agradecer especialmente a nuestra querida Luna sus maravillosas plantas secas que uso bastante y me vienen genial! Os recomiendo encarecidamente su página, ya que tiene de todo y con una calidad perfecta: Set "Abandonado" de Luna

Normalmente no pongo los lugares donde me bajo los sims, objetos, locales, poses y demás que uso en mis historias, porque no me acuerdo de todos los que me gustaría y si tengo que hacerlo para cada imagen con todo lo que me descargo y meto en cada capítulo tendría que dedicar muchísimo tiempo (que no tengo), pero ya sabéis que si tenéis curiosidad por saber de donde saqué algo en concreto sólo tenéis que preguntar, que yo intentaré buscarlos para que hagáis la descarga ^^

Y bueno, de momento nada más. A ver si me pongo con las imagenes del siguiente capi y para el viernes o el sábado lo tenéis aquí, que se acerca fin de año...y aun tienen que pasar muchas cosas!

¡Besos!

CAPÍTULO V: Un peligroso propósito de Año Nuevo II

(SEGUNDA PARTE)

(Bridgeport – 1 de Enero de 2011)
El reloj del metro marcaba las dos y cuarto de la madrugada y aún podía verse algo de gente usando el transporte público o celebrando por las calles la llegada de año nuevo.

Hacía bastante frío pero por suerte para esa noche no habían pronosticado lluvias, mucho mejor teniendo en cuenta que mi ropa debía mantenerse intacta para evitar sospechas.
Me di cuenta tarde de que habría sido más inteligente dejar el maldito vestido y los taconazos en mi habitación y ponerme algo más cómodo para mi pequeña escapada, pero al parecer había empezado el año dos mil once con una acusada lentitud mental.

Y no era la única…
- ¡Eh pelirroja! ¡Dime cómo te llamas pa pedirte pa Reyes!

- ¡Ay que curvas! ¡Y yo sin frenos!

- Pues ten cuidado no vayas a comerte las vías – le advertí al verle hacer eses tan cerca de éstas.
 
- Te via dar yo vías… ¡ven pacá maciza!
Los tipos estaban tan borrachos que apenas se mantenían en pie, así que seguí mi camino aligerando el paso para intentar coger cuanto antes el tren que debía llevarme a la zona antigua de la ciudad.

Me aseguré de estar tomando el camino correcto ojeando de nuevo las indicaciones que había tomado del blog de aquella chica.

- Vía siete…si, es aquí.

El tren tardó más de lo que esperaba, y durante los diez minutos que estuve ahí parada tuve que aguantar una retahíla de piropos de albañil que terminaron sacándome los colores y humo por las orejas. Y por desgracia se subieron en mi mismo tren así que me vi obligada a disfrutar de la presencia de esos dos energúmenos durante otra media hora, hasta que ellos bajaron un par de paradas antes que yo.

El tren estaba prácticamente vacío a esa hora, y el lugar donde paré más de lo mismo. Bajé del vagón mirando a mí alrededor con algo de miedo, apenas había luz en esa zona y no se veían demasiados edificios cerca, tan sólo algunas naves industriales bastante separadas entre sí.

Fijé la vista en un sendero que se alzaba hasta la parte más alta de la ciudad, y caminé durante un cuarto de hora hasta llegar a una zona boscosa, donde al fondo pude ver lo que parecía otra nave algo más pequeña alejada de la carretera principal.
-          Debe ser aquí…- murmuré en voz baja, demasiado nerviosa como para darme cuenta de que volvía a hablar sola- tranquila Alidaen…sólo es un edificio abandonado, no hay ningún vampiro cerca.

Pronunciar la palabra “vampiro” en ese lugar a oscuras no ayudó mucho a que mi miedo remitiese, sino todo lo contrario.

Mi imaginación volvió a jugarme una mala pasada y empecé a pensar en todo tipo de escenas relacionadas con estas criaturas, a recordar mi primera (y esperaba que última) experiencia con ellos y un sinfín más de imágenes en la que los humanos servíamos como plato fuerte.
-          ¡Déjalo ya! – exclamé acercándome al local.

El cartel de neón del que hablaba esa muchacha en el blog seguía estando allí, viejo y apagado pero donde podía leerse aún el nombre del club. El lugar parecía abandonado desde hace unos años y estaba rodeado de maleza muerta, como si ésta, al intentar abrirse paso a través del edificio hubiese sufrido el mismo destino que las personas que acudían a ese lugar.

La puerta principal y las ventanas estaban tapiadas con tablones de madera y había pintadas por toda la fachada del edificio, donde las palabras “Demonios” e “Infierno” abundaban entre la cantidad de improperios dirigidos a los que allí se acercaban.

 Hice acopio de valentía y hasta me acerqué a una ventana con los cristales rotos desde donde pude ver el interior de la nave.
Pero no pude ver gran cosa ya que estaba completamente a oscuras y enseguida fui interrumpida por una siniestra risita de niña, que por suerte o por desgracia ya conocía muy bien…

-          ¡¿Quién anda ahí?! – pregunté girándome deprisa y buscándola con la mirada – ¿eres tú, pequeña?
Volví a escuchar la risita a modo de respuesta, esta vez cerca de los árboles.

Se me puso la piel de gallina, esa vez no era ningún sueño y la había escuchado perfectamente.

Aquello no me gustaba nada, pero si era real quería decir que iba por el camino correcto y que intentaba guiarme, así que decidí echar a un lado mi miedo y dirigirme hacia el bosque.

-          Vale…voy contigo pero no hagas ninguna aparición a lo “The Ring” ni nada por el estilo. Soy joven pero mi corazón no sé si lo soportaría…

No hubo apariciones, pero si fui capaz de seguir su rastro entre los árboles, centrando mi oído en sus casi imperceptibles pisadas sobre la maleza.

-          Genial…vuelvo a hablar sola y persigo niñas siniestras por el bosque. Vaya manera de empezar el año…

Al cabo de diez minutos atravesando el bosque logré avistar lo que parecía que quería mostrarme…
¿Una fábrica vieja?

-          ¿Hola…?

No había ni rastro de la niña, ni escuchaba más pisadas o risas. Estaba completamente sola y perdida en medio de la nada frente a un enorme edificio en ruinas…Y al instante me arrepentí de haber tenido la magnífica idea de seguirla.

Pero ni mi arrepentimiento ni mi temor sirvieron para hacerme entrar en razón y darme la vuelta para volver a la compañía y dejarme de estupideces…

Debía estar cerca de algo, fuese lo que fuese…y no pensaba echarme atrás en el último momento.

Aunque aquella niña sólo fuese fruto de mi imaginación, tenía muy claro de que aquel era el lugar donde debía estar. Notaba un extraño presentimiento dentro de mí, como una especie de cosquilleo en el estómago y una sensación de excitación a causa de mi propio miedo, que crecía a medida que me acercaba a la valla de metal que separaba la fábrica del bosque.
La valla estaba semi derruida y pude entrar sin problemas por una abertura lo suficientemente grande para que una persona pudiese colarse. Me quedé enganchada al metal pero por suerte el vestido estaba bien protegido bajo la gruesa tela de mi abrigo. Aunque no podía decir lo mismo de los zapatos de Violeta…estaban destrozados y sucios tras mi caminata por el bosque.

¿Cómo pensaba explicárselo?

“Oye Violeta lo siento pero fui al baño con los zapatos y mira…ya sabes lo guarra que es la gente y cómo dejan los baños cuando salen…”

Por desgracia Shelüne no era como mi antiguo pub, y estaban mucho más limpios.

Suspiré para mis adentros y mire alrededor, fijando la vista en la parte superior del edificio, donde se alzaban tres enormes chimeneas hacia el cielo.
-          Altas torres y niebla oscura…- susurré casi sin darme cuenta de lo que acababa de decir hasta que razoné mis propias palabras – como en mi sueño…

Aquella especie de campanario que salía en mi sueño… ¿podría ser lo mismo? Las torres eran la representación de aquellas chimeneas, y la niebla… ¿humo?

Posé la vista en la pared, y vi que al igual que el edificio del pub Darkness tenía restos de carteles viejos y pintadas por todas partes, pero lo que más llamó mi atención fue un extraño grafitti en la parte frontal del edificio.
Me acerqué para verlo mejor.

“Macabro” Era la palabra que mejor definía a aquel dibujo.
Parecía una criatura humanoide devorando a otro hombre…

Recordé la escena de mi sueño, aquella que me hizo despertar envuelta en un sudor frío y temblando. Y por un segundo me pareció ver cómo la tinta negra empezaba a moverse como si fuese niebla por la pared.
Inconscientemente llevé mi mano hacia ésta, tratando de comprobar si aquello era real o se trataba de una ilusión, y al tocarla la pared comenzó a temblar, revelando lo que parecía una entrada secreta a esa parte del edificio.
-          Bienvenida a la Oscuridad…- susurró una voz femenina a mi oído.

-          ¡Joder! – grité dándome la vuelta para ver frente a mí a una increíble mujer de cabello negro y rizado.
Tenía la piel oscura y los ojos pintados de negro, y al igual que la niña de mis sueños esa extraña marca en el cuello. Y era improbable, pero juraría haberla visto antes ¿quizás trabajando en el bar?.

-          Lo siento – se disculpó mostrando la punta de sus colmillos al sonreír - ¿te he asustado?

-          Sí, quiero decir….no demasiado – contesté nerviosa – pero ya me iba…

-          ¿Tan pronto? Pero si acabas de llegar – comentó mirándome con curiosidad.

-          En realidad no debería estar aquí, me perdí en el bosque y…
Vi cómo se pegaba más a mí e instintivamente me eché hacia atrás chocando contra la pared medio abierta, con la vista clavada en sus ojos rojizos, dándome cuenta demasiado tarde de que eso era precisamente lo que debía evitar hacer en presencia de vampiros.

-          Al contrario preciosa…estás en el lugar correcto – susurró penetrando en mi mente con su mirada – has hecho un largo viaje para llegar hasta aquí tu sola…y debes estar agotada.

Asentí lentamente, completamente hechizada por la belleza de aquella mujer.
-          Entra y tómate algo con nosotros… - me invitó - dile al camarero que Susie te ha invitado a uno de los cócteles especiales de la casa. Olvídate por unos minutos de todos tus miedos y disfruta como nunca de esta noche única…libérate…

-          La verdad es que…tengo un poco de sed – contesté notando la garganta seca como si acabase de correr una maratón.

Ella volvió a sonreír y con un suave empujón la puerta se abrió del todo, dejando a la vista el interior del edificio.
Y tal cómo ella me había ordenado…dejé todos mis temores en la puerta, liberándome por completo de cualquier sensación que pudiese impedirme disfrutar de aquella noche de fin de año…

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