martes, 31 de enero de 2012

Nuevo vídeo ^^

¡Hola a tod@s!

Acabo de añadir un nuevo vídeo a la ficha de Thaerion/Valo, está en el apartado de curiosidades y trata sobre Vincent, el personaje de Final Fantasy Advent Children en el que me inspiré. Lo he dejado simplemente por si os pica la curiosidad y queréis verlo en movimiento ^^

Ah y también deciros que si tenéis propuestas de voces para algunos personajes imágenes que creáis que pegan para ellos y todo eso no dudéis en decirlo, de momento ya tengo alguna propuesta para el personaje de Serpiente y creo que será el siguiente que actualizaré, junto con Janne. También tengo casi terminada la ficha de Francessco, pero de momento no tengo una voz que me pegue para el personaje así que se quedará mudo xD

¡Besitos y pronto nuevo capítulo, que ya lo tengo casi casi listo!

sábado, 28 de enero de 2012

Final del siguiente capítulo y primer "Boceto" de personajes

¡Buenas tardes!

Al final me ha dado tiempo a acabar todo para hoy y he decidido no esperar más para subir el final de este capítulo. Como veréis en él no se cuenta gran cosa que no sepais ya sobre la historia principal, pero he querido aprovecharlo para introducir un nuevo relato al que llamaré "BOCETOS", en él iréis conociendo la historia de otros personajes relacionados con la serie, no tan importantes como los protagonistas pero que aun así tienen su importancia.

Como sabréis me gusta intentar darle bastante personalidad a los personajes y no simplemente añadirlos porque sí, cada uno tiene sus motivaciones, su carácter y como no... su trama detrás, y espero que dándolos a conocer un poco mejor lleguéis a entender porque son como son o simplemente por qué están ahí.

Al ser un relato no es obligatorio leerlo para enterarse de la historia, pero siempre es interesante leerlos para saber nuevos datos y obtener pistas que quizás nos lleven en un futuro a otro lado, o a otra historia relacionada ;)

Siento si se hace demasiado largo, la verdad es que en un principio pensé meterlo todo en un mismo capítulo pero viendo lo largo que había quedado el relato decidí separar la parte de Thaerion de la de Alidaen y alargar un poco más la de él para que no quedase tan sosa. Espero que no se os haga demasiado pesado >_< sino siempre se puede leer por partes jajaja

Y bueno espero que os guste el relatillo, digamos que es una historia de amor un poco distinta a las que estamos acostumbrados, y a mi personalmente me ha gustado cómo quedó, aunque puede que haya partes que se hagan difíciles de leer o que resulten algo fuertecillas. De todas formas ya sabéis que cuando escribo este tipo de cosas no suelo ser muy literal y no explico demasiado lo que ocurre para no hacer pasar un mal trago.

Y nada más que me enrollo! espero que os guste! ¡Un beso muy grande y gracias por seguir leyendo!

PD: El tatu de Avispa lo he cambiado, encontré ese y me gustó más *.*

CAPÍTULO IX: Huyendo del Destino II

(SEGUNDA PARTE)


Música: Closer (Kings Of Leon)
Seguía ahí, pegada a la puerta mientras yo me centraba en controlar mi cuerpo, mantener los pies clavados en el suelo para no volver a por ella y hacerle más daño del que ya le había causado comportándome como un descerebrado.

Podía sentir sus latidos a través del muro de piedra como dolorosos golpes sobre mi espalda, mientras ellos seguían observando con retorcida curiosidad cada detalle de lo que ocurría.

Entonces comenzó a gritar, y el mundo se me vino encima. 
Había tanta rabia en su voz, estaba tan decepcionada…y no era para menos.

La había alejado de allí como si fuese poco más que un trapo, le había gritado y empujado a un pasillo a oscuras y sola, y no le había dado ninguna explicación. ¿Pero qué podía contarle que no sirviese para incrementar su desilusión?

¿Lo que acababa de descubrir? ¿Qué era el elegido de un dios que se alimenta del poder de otras criaturas? ¿Qué he matado sin remordimientos a cientos de los suyos? ¿Qué al mirarla siento el ansía enfermiza de hacérselo contra la pared mientras absorbo su sangre?

Lógicamente no habría sido una buena idea, y tampoco creo que me hubiese dado tiempo a dar más explicaciones. Estaba sediento, y escuchar sus insultos avivaba aun más mis ganas de tenerla.

Prefería que pensase que era un cerdo y no quisiese saber nada más de mí a tener que contarle una verdad que podría hacerle incluso más daño.

- Tu amiga no parece muy contenta – comentó Dale divertido – voy a tener que hacerle un poco de compañía, igual le animo.
- Antes te aconsejo que te limpies la boca.

- ¿Por qué? – preguntó tocando la sangre de su comisura con el dedo para chuparlo después con una sonrisilla – a las mujeres les ponen los chicos malos. Seguro que a tu amiga le van estas cosas…colmillos impecables, sangre, mirada profunda y una magnífica percha.

- Ella no es de esas chicas… - contesté sin estar tampoco muy seguro de ello.

No la conocía apenas, y lo poco que sabía de ella es que tenía una extraña capacidad de atraer problemas y meterse en la boca del lobo con una facilidad asombrosa.

- Entonces supongo que lo que todos hemos visto esta noche ha sido un espejismo – contestó divertido – una excitante y traviesa quimera… ¿sabes qué? Creo que iré a ver si vuelvo a tener visiones ahí fuera…

- Atrévete, Dale – le reté mostrándole los colmillos.

- Vaya, vaya…mira que rápido muestra su lado oscuro – se burló él.

- Parece ser que nuestro querido Valo acaba de recordar que lleva mucho tiempo sin cenar en condiciones y está un poco irascible.

La voz de Isabella sonaba cargada de satisfacción. Hizo un gesto a uno de los suyos para que se acercase.
La vampiresa de pelo rojo, y pareja del moreno que tenía enfilado, fue la que acudió a su llamada, ambos eran los Vástagos favoritos de Isabella.
- Acompaña a tu hija fuera e ir a buscar algo de alimento – lo dijo entre susurros para que yo no la escuchase, pero aun así lo hice – y tú Susie, encárgate de ella.

Rubi y Ágata se alejaron rápidamente, y yo me quedé mirando hacia la puerta con cara de pocos amigos, esperando que la sed remitiese mínimamente para poder salir de ahí y asegurarme de que volvía a salvo.

- ¿Quiere que la haga olvidar? - preguntó Susie.

- No es necesario, sólo muéstrale donde está la salida amablemente – contestó sonriéndome de forma conciliadora al ver mi gesto.

- Si, señora – dijo de forma servicial.

- ¿Ves? No somos tan malos…tu amiguita estará perfectamente y tu podrás alimentarte sin ningún tipo de distracción.

- Ni en broma.

Me negaba a ello, por muy sediento que me encontrase en ese momento sabía que era tan sólo cuestión de tiempo que se pasase, tan sólo debía centrarme y mantener la calma…

- ¡Te odio! ¡No pienso volver a esperarte!

Claro que ella tampoco ayudaba…

¿Y acaso no me lo merecía?

Rubi no tardó en llegar con la “cena”, y se había esforzado por buscar a alguien lo más parecida posible a Alidaen.
Bueno, se parecía en que era rubia y tenía los ojos verdes, por lo demás eran completamente distintas.
Alidaen desprendía inocencia y sensualidad a partes iguales, y todos sus movimientos, sus gestos y su forma de comportarse era tan natural y espontanea como ella misma. No había nada artificial en su belleza, y cada rasgo suyo era perfecto porque la hacía única, no un clon como solía pasar con las mujeres que intentaban parecerlo.

Yo era de los que prefería una mujer con una boca pequeña o una nariz con personalidad que una muñeca de catálogo. Pero debía admitir que algunas sabían cómo sacarle partido a los cuartos, y desde luego esa mujer era una de ellas.

Aun así no me fijé demasiado en sus rasgos, ya que mis ojos se posaron directos en su cuello cuando la acercaron.

- ¿No te gusta? – Preguntó Isabella - Si lo prefieres podemos ponerle la peluca de tu amiga.
Ella se esforzaba por mostrarse serena y excitada ante la idea de servir de alimento, sonriéndome de forma seductora mientras apartaba el pelo de su cuello para invitarme a probarla. Pero aun así era capaz ver el miedo en su mirada, y eso me ponía enfermo, me hacía sentir aun peor por querer hacerlo.

- ¿No temes que pueda dejarte seca? – pregunté con voz profunda, intentando avivar la duda que podía percibir en su interior.

- No…- contestó ella tragando saliva, sonriendo algo forzada.
- Llevo mucho tiempo sin probar una gota de sangre y te aseguro que…- los gritos de Alidaen me callaron de golpe.

- ¡Y te puedes quedar con el tanga de recuerdo! ¡Porque te aseguro que va a ser el último que veas y te…!

- …tengo hambre – murmuré buscando de reojo la prenda por el suelo.

Pero había desaparecido, y el hijodeperra de Dale también.

Me separé de la pared y me dirigí hacia el exterior de la habitación, empujando con el hombro a Isabella al pasar por su lado.

- ¡Espera!  - gritó la mujer rubia - ¿no vas a probar un poco?

- Se me ha quitado el hambre.

Isabella se volvió hacia mí, sonriente.

- No vas a poder contenerla para siempre, y más te vale que estés bien saciado cuando vuelvas a ver a tu ninfa.
- Gracias por el consejo – contesté cortante – pero a diferencia de vosotros…a mí lo que me quita el hambre es un buen chuletón y un vino.

(Más tarde)

Cuando llegué vi como Dale intentaba seducirla y estuve a punto de saltar a su cuello cuando la besó, pero la llegada del lobo centró toda mi atención.

En un principio pensé que le haría daño, pero al parecer sólo parecía interesado en el vampiro. Y no era de extrañar, los lobos eran criaturas unidas a la naturaleza. Si Alidaen era realmente una Náyade ambos formaban parte del mismo círculo y era raro que la atacasen, a no ser que estuviese entrenado para ello.
- Es curioso…

La voz de Mantis me sacó de mi ensoñación mientras observaba el lugar donde la había visto alejarse con ese hombre, el mismo que apareció cuando la encontré por primera vez.

Tanta casualidad me tenía intrigado, pero no podía seguirles y ver más, él sabía que yo les había estado observando y no quería que me descubriese ante ella, era mejor así…
-          ¿El qué? – pregunté sin dejar de mirar hacia los árboles.

-          Que la hayan dejado ir así, no parecían muy interesados en detenerla para hacerle olvidar.

-          Ya tienen lo que querían, se han divertido de sobra – contesté sin ganas.

-          ¿Y tú, Halcón? ¿La dejarás ir sin más?
Guardé silencio. ¿Qué podía hacer? Al fin y al cabo…era un monstruo, ella estaba mejor sin mí.

-          Yo también me sentí así ¿sabes?

Condenados vampiros y sus poderes de adivinación. O quizás es que fuese como un libro abierto después de todo.

-          Cuando me convirtieron pensé que nunca más podría acercarme a las personas que quería – me confesó sentándose sobre una roca.

¿Mantis abriéndome su corazón? La entrada de nuevo año seguía sorprendiéndome…hasta ahora sólo le había escuchado soltar tacos.
-          Y ahora eres una Sombra – dije con suspicacia – no tenemos familia, ni vida que no sea la búsqueda de Renegados.

-          Tengo a Chloe… - rectificó al ver que no la reconocía por ese nombre – a Avispa.



La miré de reojo sin decir nada, y ella continuó hablando, al parecer quería hacerme sentir mejor contándome su historia.
Y sorprendentemente lo consiguió...


Música: Ron Pope - A Drop In The Ocean (Sigue la misma canción que en el relato, no darle si la estáis escuchando desde allí)


Ella había sido convertida, y amaba a una humana…y a pesar de las dificultades que había separado sus caminos volvieron a encontrarse. Y aunque en un principio Avispa la rechazase por lo que era, con el tiempo Mantis le demostró que seguía siendo la misma de siempre y sobre todo…que podría reprimir su ansía ante ella.

Luchó y obtuvo su recompensa…

Sus palabras me ayudaron a ver mi condena desde otro punto de vista…quizás si que había un camino que me podía llevar hasta ella, un sombrío sendero en medio de toda esta mierda.
-          Habla con Serpiente, pídele que te enseñe a calmar tus instintos.

-          Serpiente y yo no somos lo que se dice buenos amigos.

-          Ni falta que hace, sólo necesitas tener algo que ofrecerle a cambio de su ayuda.

-          No tengo nada que le interese.

-          Serpiente quiere a su lado a los mejores, y tú Halcón…eras el favorito de Lobo.

Lobo…aun me sentía demasiado dolido por lo que hizo como para preocuparme sobre su destino. Pero algo me decía que seguía vivo en alguna parte, aunque no llegase a comprender como habían podido quitarle el poder y hacerle desaparecer de esa forma. Aun así, en esos momentos no pensé mucho en ello.

-          Y eso me convirtió en su rival, porque estaba claro que lo que quería era estar él ahí arriba.

-          Bueno…como sea, el caso es que ya no le estorbas. Y seguramente esté dispuesto a ayudarte si decides trabajar para él.

-          No me fio de él…
-          Tu eliges Halcón – dijo dándose la vuelta – yo hablo desde mi experiencia y sólo puedo decir…que es un buen maestro.

Echó a caminar hacia el club, y durante segundos pensé en ello.

Fiarme de los vampiros no me había traído nada bueno hasta ese momento, pero lo cierto es que tampoco tenía nada que perder. Y estaba dispuesto a hacer lo que fuese para poder estar con ella.

-          ¡Mantis! – grité dándome la vuelta para mirarla, ella paró e hizo lo mismo  - Gracias…
-          Jeje…a mandar – contestó haciendo un gesto de despedida antes de desaparecer.

Alcé la vista hacia el cielo, tan sólo quedaban unos minutos para el amanecer y pronto estaría a salvo, al menos por ese día…
 “Un día más damos la despedida a la noche separados…pero sé que algún día dejará de ser así.

Puede que no sea hoy, ni mañana, pero sé que pronto, muy pronto…volveremos a vernos. Y aunque no pueda tocarte por miedo a hacerte daño, cada vez que te mire recordaré cada segundo que pasé en el refugio de tu cuerpo.

Y desearé que llegue el momento en el que esté preparado para volver a tenerte entre mis brazos.”

(Siguiente capítulo)
(Comentario sobre este capítulo)
(Capítulo anterior)

miércoles, 25 de enero de 2012

PERSONAJE: Alidaen


“Sólo quiero seguir adelante”

Datos generales:

Edad: 27 años
Raza: Náyade (Humanizada)
Origen: Édora
Signo: Acuario
Color: Aqua
Música: Folk
Comida favorita: Tarta de arándanos.
Trabajo: Miembro de la Compañía Shelüne, antiguamente camarera del Horny Shark. 
Aparece en…Toda la historia, es la protagonista.
Familia conocida: Fionah (Abuela), Sauce Dorado (Madre)

Rasgos físicos:
 
Altura: 1,75 m
Peso: 60 Kg
Ojos: Posee unos preciosos ojos grandes y almendrados (como ella los llama “ojos de duende”) de color verde con pequeñas motitas doradas, aunque pueden volverse completamente dorados y sin pupilas como los de su madre.
Cabello: Dorado y ligeramente ondulado, largo hasta la cintura y con un tacto fresco y suave, como si tuviese pequeñas gotas de agua alojadas en el cabello, pero que no llegan a mojar.
Detalles: Peca debajo del ojo derecho, orejas de punta, su piel adquiere un color azulado en contacto con el agua. Prefiere vestir con ropas cómodas y ligeras, no suele decantarse por las prendas demasiado provocativas ya que es bastante tímida. Los vaqueros y camisetas de tirantes son sus prendas predilectas, a las que suele añadir casi siempre un toque color azul. Lleva siempre (o casi siempre) un colgante con una pequeña llave de plata en el cuello.
     
Rasgos de personalidad:


Atlética: Alidaen es ligera y rápida como una gacela, aunque no posee mucha fuerza ni aguante físico debido a su frágil constitución. Puede trepar hasta bastante altura sin demasiados problemas y correr largas distancias en poco tiempo (aunque se cansa rápido).

Carismática: A pesar de su timidez posee un magnetismo que suele atraer a los miembros del sexo contrario, fruto de su origen como náyade. Al contrario de lo que ocurre con las mujeres, que suelen odiarla y sentir envidia hacia ella.

Rebelde: Alidaen no suele dejar que este rasgo salga a la luz, pero ha crecido con un modo de ver la vida muy distinto al de la sociedad en la que vive y no dudará si la provocan en defender a aquello en lo que cree, aunque para ello tenga que sacar las uñas. Es bastante cabezota y suele actuar sin pensar muchas veces en las consecuencias, aunque tenga que desobedecer a los demás o ignorar sus advertencias.

Le encanta el aire libre: Nació de la propia naturaleza y aquello ha marcado toda su vida. Su sangre feérica le hace estar en estrecho contacto con los seres del bosque y ha sido educada por su abuela para respetar a cada uno de ellos. Normalmente los animales se sienten atraídos hacia ella o no se asustan en su presencia.

Romántica empedernida: Creció entre cuentos e historias de grandes romances y desde muy niña siempre deseó la llegada de su príncipe azul, hasta que lo encontró. Desde ese momento no lo ha olvidado y sueña con volver a estar a su lado y ser feliz junto a él. Le encanta leer novelas de misterio y amor, y pasarse las horas sentada mientras ve una y otra vez sus películas favoritas, lo malo es que no ha encontrado aun a una persona con la que poder compartirlas. Sueña con que un chico guapo la invite a ir al cine a ver una peli ñoña.

Cualidad especial: Las ninfas suelen atraer por su gran belleza y otorgar a las personas con un don especial para el arte gran inspiración. Esta cualidad a veces se puede convertir en maldición, cuando el deseo que provoca a aquellos que la ven puede ir más allá de una simple atracción. Llegada a la edad adulta no envejece, aunque es mortal y estar lejos de su elemento durante demasiado tiempo puede matarla. Posee una voz muy dulce y agradable, y no se le da nada mal cantar.

Le gusta: El agua, es capaz de pasar horas en remojo y bañarse hasta en las fuentes. Los animales, con los que siente un fuerte vínculo. Montar a caballo. La agricultura y en general todo lo que tenga que ver con la naturaleza. Le encanta la lectura gracias a la pasión que su abuela le inculcó por los libros.

Odia: Las injusticias y abusos de poder. Tener que seguir las normas establecidas por una sociedad que no entiende. Las clases sociales, para ella todo el mundo debería ser igual. El maltrato a los animales y la falta de respeto a la naturaleza.

Defectos: Es muy inocente a pesar de su edad y a veces peca de ser demasiado ingenua. Tiene muy poca confianza en sí misma, defecto del que más de uno puede aprovecharse para llevarla a su terreno.

Virtudes: Tiene un gran corazón y un gran sentido de la lealtad hacia las personas en las que confía, pocas veces da su amistad a alguien pero cuando lo hace se desvivirá por ayudar a sus seres queridos.
   
BIOGRAFÍA:

Nacimiento:
Alidaen es una hija de Gaia (una náyade) que fue entregada por parte de su madre, Sauce Dorado, para ser criada entre humanos y vivir en Riverview, un pueblo pequeño cuyos miembros solían venerar a las criaturas de la naturaleza.

Se desconoce el lugar exacto de su nacimiento ni su edad verdadera, pero aparentaba dos años cuando Fionah la encontró junto a su puerta.

Infancia:
“¡Abuela! ¡Estas galletas están de muerte!”

Si le preguntan, Alidaen siempre dirá que la niñez fue la etapa más feliz de su vida, junto a su abuela Fionah.
Fionah siempre fue la madre que nunca tuvo y que tampoco le hizo falta, y también su padre. No necesitaba a nadie más estando con a ella.

Alidaen siempre fue una niña muy despierta y curiosa, a veces demasiado. Muy obediente con su abuela y desconfiada con el resto del mundo. Los que la conocían solían llamarla “Ardilla”, pues siempre andaba saltando entre los árboles y era asustadiza como un animalillo salvaje.

También tenía mucho genio y cuando conoció a Thaerion (ella no relaciona ese suceso con él), a punto estuvo de darle una paliza por matar a su pajarillo Piticli.

Adolescencia: 
"Una parte de mí misma quería correr y alejarse, pero algo me decía que aquella vez no me dejaría escapar"

Alidaen no entró en esta etapa hasta una edad bastante avanzada, y lo hizo de golpe cuando el destino le arrebató lo que más quería.

Hasta los quince años hizo prácticamente lo mismo que en su niñez, y no creció como el resto de chicas de su edad, las cuales le consideraban un bicho raro.

Lo único que cambió fue su relación con los chicos, que de pasar a meterse con ella por su orejas de punta y su “salvajismo”, empezaron a perseguirla atraídos por la belleza que había heredado y empezado a desarrollar muy pronto. Ella en cambio siempre huía de ellos asustada por su “extraño” comportamiento (las hormonas).

Aun así siempre soñó con la llegada de alguien especial, y fue poco antes de la muerte de su abuela cuando lo vio por primera vez (que ella recuerde).

Apenas fue a la escuela, pero tras la muerte de su abuela y su única familia los servicios sociales comenzaron a preocuparse por su futuro, obligándola a matricularse en un instituto (al que apenas iba) y buscando una familia que pudiese acogerla.

Estuvo a punto de entrar en un orfanato, pero Herald Lehmann, político y antiguo maestro de secundaria, se sintió conmovido al conocerla y decidió hacerse cargo de ella como tutor legal. Ayudándola a mantener cierta independencia hasta que fue mayor de edad. 

Juventud: 
“Me esforzaré el máximo para no defraudarle, señor Hamming”

Alidaen convivió junto a Lehmann y su esposa ayudándoles en las labores del hogar la mayor parte del tiempo, pero también pasó los primeros años de su juventud en la casa de su abuela junto el lago.

Hasta que un día, por motivos desconocidos, dejó de ir allí.

Fue en sus primeros años a partir de los dieciocho cuando empezó a conocer el mundo real, y gracias a Herald, al que consideraba un padre y un maestro, pudo adaptarse al gran cambio que supuso la muerte de su abuela.

A los 23 años conoció a un antiguo amigo de Herald, el señor Johan Hamming, para el que empezó a trabajar como secretaria.

Herald murió en extrañas circunstancias un año después, y ella quedó de nuevo sola teniendo que enfrentarse a la dureza de un mundo que no llegaba a entender del todo hasta que finalmente decidió huir de Riverview para empezar una nueva vida alejada de todo.

Alidaen no guarda un buen recuerdo de los años siguieron a la pérdida de su maestro, y tratará por todos los medios de cambiar de tema si le preguntan, quedando sólo la verdad de lo que ocurrió guardado en el fondo de su ser.

Actualidad: 
“Lo único que necesito para estar segura es tenerte a mi lado”

Actualmente reside en un piso de Bridgeport que encontró gracias a las indicaciones que Lehmann le dejó antes de morir.

Trabaja como camarera en un bar del puerto para pagar sus facturas y trata de empezar a vivir de nuevo y olvidar el pasado, o al menos parte de él.

Editado (Segunda Temporada):

Tras el ataque en el Horny Shark y la muerte de su compañera Beth, Janne encontró a Alidaen y se la llevó a la compañía Shelüne, donde actualmente vive siendo protegida por todos sus miembros, en especial por el indio, que al parecer tiene como misión cuidar de ella y guiarle para que encuentre su camino.

Alidaen siente una gran gratitud hacia los miembros de la compañía, donde ha empezado a trabar una estrecha amistad con muchos de sus miembros, en especial Violeta, Ángela y Janne, y donde empieza a sentirse como en casa. Pero no puede evitar sentirse atraída por un misterioso (y algo ligoncete) cantante que le recuerda demasiado a su primer y único amor.

Y al parecer…está dispuesta a hacer lo que sea para averiguar quién es realmente, y si tiene algo que ver con Thaerion.

CURIOSIDADES:

Voz del personaje:

La voz que he elegido para Alidaen (me ha costado decidirme) ha sido la de la actriz de doblaje Nuria Trifol, que es la que dobla a actrices como Natalie Portman y Keira Knightley. Aquí dejo un enlace a un vñideo de la película Orgullo y Prejuicio donde podéis ver un ejemplo de su voz ^^

Orgullo y Prejuicio (Declaración Darcy)

Si fuese real sería cómo...

Amanda Seyfried (Actriz)


Durante años estuve buscando a una actriz que se ajustase a la visión que tenía del personaje, y al final viendo una peli (que no me gustó demasiado) dije “Ésta”. Los papeles que ha hecho no es que me apasionen, al menos en las películas que he visto de ella (que no son muchas…creo que…¿dos? xD) Pero se adapta a la perfección a cómo sería Alidaen si existiese realmente, sobre todo por esos ojos tan grandes y almendrados como los de una elfa, son preciosos ^^ Además en esa foto tiene una mirada muy dulce, como la del personaje ^^

ORIGEN DEL PERSONAJE:

Ufff…tiene unos cuantos años ya y Alidaen ha pasado por muchísimos juegos con historias de todo tipo, aunque en todas (o casi todas) suele tener ciertos rasgos en común: como que es una criatura del bosque (casi siempre fue elfa), rubia de ojos verdes, y en la mayoría de juegos solía tener el rol de clériga buenaza que ayuda a todo el mundo sin pedir nada a cambio.

La primera primerísima Alidaen nació en un canal de rol del IRC (si, el chat que todos los que somos de mi quinta más o menos empezamos a usar cuando llegó internet a nuestras manos) llamado Durksarith (creo que está bien escrito). Donde conocí a un montón de gente a la que le encantaba el rol y empecé a rolear por primera vez por internet, allí conocí a un chico al que le pedí que crease un nombre (nick) para mi personaje, y entonces inventó uno que por aquel entonces era único (al menos que yo supiese): Alidaen. Me encantó, y desde ese momento siempre a mi alter ego la llamé así, nombrando también a los personajes principales de mis historias como ella. Y bueno, empezó siendo una princesa dragón que parecía más bien una elfa…aunque creo que por aquella época era guerrera. 

Aunque el personaje ha evolucionado mucho y también ha sido una noble pija de Tarantia que no sabía hacer ni la o con un canuto (Conan), eso sí, curaba que daba gusto, una sindar arquera bastante silenciosa (ESDLA), o una esclava medio tarada y revolucionaria que quería liberar a todos los esclavos de su continente y vengarse de aquellos que se aprovechan de los débiles y esclavistas (Aion).

Pero el personaje por excelencia y que más se parece a la Alidaen que conocéis viene del Neverwinter, donde jugué durante muchos años en un servidor llamado nwndl (el mejor!), y en el que más desarrollé a éste personaje. Era una clériga de Mishakal dulce, buenaza y como decía un amigo mío mojigata (mentira). Aunque también era bastante cabezota y no paraba de meterse en líos (y sino que se lo digan a cierto guardián elfo…^^).

La Alidaen del Aion, que es donde empecé a desarrollar su historia, no se parecía en mucho a ésta y realmente de ella solo me he quedado con su trama y su aspecto físico, aunque tiene algunos rasgos de su personalidad parecidos, como que es bastante rebelde cuando le tocan las narices. Aunque esa Ali de tímida tenía bien poco, era demasiado espabilada a veces jajaja

Fuentes de inspiración:

Deedlit de Record of Lodoss War:


Alidaen debe las claves de su aspecto a este personaje: orejas puntiagudas (no tanto), rubia y ojos verdes. El resto fueron detalles que fui añadiendo con el tiempo.

Fue uno de los primeros animes que vi siendo muy enana y me encantó, aunque mi personaje favorito de esa serie era otro ^^

Dibujo de Nimri y Morgan de Vyrl:

 Este dibujo inspiró la escena del primer encuentro de los personajes cuando eran unos adolescentes (el fragmento de la novela que puse en el relato “Golpes del destino IV”)


Alidaen vista por...

Mi querida Mexe ^^
Ya lo colgué en su día pero sin duda merece un puesto de honor en su ficha. No hay nada que más ilusión me haga que ver a los personajes de la serie reflejados por vosotros, y este precioso dibujo creado por mi amiga Mexe es un retrato perfecto del personaje. ¡Muchísimas gracias guapísima por dibujar tan requetebien a Alidaen y dar tu permiso para compartirlo con todos!

¡Me encanta!

lunes, 23 de enero de 2012

Estrenamos capítulo ^^

Aquí os dejo un nuevo capítulo ^^

Esta parte esta narrada desde el punto de vista de Alidaen, que como veréis no está demasiado contenta después de lo que pasó xDDD La siguiente es la visión de Thaerion de ese mismo momento con un relato en el que conoceremos la historia de dos personajes que ya aparecieron y de los que poco sabemos hasta ahora.

De  momento tengo escrito este capítulo y parte del siguiente, pero bueno tengo la trama pensada y también sé como quiero que acabe la temporada, así que sigue habiendo historia y sorpresas para que os aburrais (aunque espero que no lo hagáis!)

Os agradezco mucho vuestro interés por la serie y vuestros comentarios! y gracias por las peticiones de fichas que habéis hecho, en breve subiré actualizada la de Alidaen con un montón de datos curiosos sobre el personaje e imágenes que espero os gusten.

La próxima ficha que subiré será la de Francessco y después seguramente vaya alternando las del resto de la familia Laremion junto con alguna más que tenía pensado meter conforme vaya desarrollandose un poco más la historia.

¡Un beso enorme y espero que os guste el capi!

CAPÍTULO IX: Huyendo del Destino I

(PRIMERA PARTE)


Thaerion…

¿Por qué no me recuerdas? ¿Por qué me alejas de ti después de todo lo que hemos pasado?

¿De qué quieres protegerme si lo único que necesito para estar segura es tenerte a mi lado?

Cuando te fuiste me arrancaste lo único que me mantenía en pie, aferrada a este mundo tan extraño que cada día entiendo menos…Sin ti mi vida se hizo pedazos, y a pesar de que han pasado diez años desde aquello cada día me he sentido más perdida…

¿Es que no entiendes que durante todo este tiempo solo he sido un pedazo de mi misma? Y que cada vez que te alejas siento como si me arrancases parte de mi propio ser.

Y ahora que he vuelto a encontrarte… ¿pretendes que vuelva a alejarme?


-          ¡Ni de coña! ¡¿Me escuchas?! ¡NI BORRACHA (que lo estoy) pienso moverme de aquí!

Si…ya sé que mis pensamientos iniciales eran bastante profundos, pero realmente no fui consciente de ellos hasta que se me pasó la borrachera, y para eso quedaban aun unas horas así que…mejor os cuento lo que pasó antes de eso.

- ¡Abre la maldita puerta si no quieres que la eche abajo!

Realmente esas fueron las primeras palabras que salieron de mi boca cuando vi la puerta cerrarse delante de mis narices…

Bueno, y también unos cuantos insultos dirigidos a todos ellos, incluido Thaerion, sobre todo a él…


- ¡Te odio! – grité golpeando la dura pared de roca con los puños.

Estaba confusa, dolida y echa una furia, y por más que lo intentaba no lograba entender porque me había echado de su lado de esa forma, así que actué sin pensar, soltando tacos y diciendo cosas de las que sabía que me iba a arrepentir al día siguiente, y que prefiero no volver a recordar. Así que mejor evitamos el mal trago y os explico lo que pasó unos minutos después…

- ¡No pienso volver a esperarte! ¿Te enteras? – Exclamé en medio de aquel silencioso pasillo, evitando escuchar cualquier sonido que procediese de esa habitación por culpa de mis constantes gritos - ¡Y te puedes quedar el tanga de recuerdo porque te juro que va a ser el último que veas cuando te ponga una mano encima y…!

- ¿Piensas quedarte toda la noche gritándole a una pared?


La jovial voz de Susie me sobresaltó, y callé de golpe.

- No – contesté adoptando ridículamente un gesto más digno – ya he acabado, gracias.

- Creo que le ha quedado claro tu mensaje.

- Me alegro.

Comencé a caminar hacia las escaleras,  y ella se puso en medio del pasillo cerrándome el paso. Intenté dar un rodeo, pero me obligó a detenerme sin necesidad de mover un solo dedo.

- Mírame.


Hice lo que me pidió, aunque lo ocurrido en aquella habitación había liberado en gran parte mi voluntad y apenas podía sentirla dentro de mi cabeza.

Temí que volviese a hechizarme para alimentarse, pero ni siquiera me tocó.

- Eres libre – y entonces noté como si me quitasen la venda que había estado nublando cualquier rastro de razón o miedo, y comencé a temblar descontroladamente – pero recuerda…aquellos que hablan de nuestros secretos no duran demasiado entre los vivos. Y ahora deja que te de un consejo…corre y no pares hasta el amanecer, porque allí dentro hay aun unos cuantos vampiros deseando probar tu sangre, ninfa.

Asentí atemorizada, y después de dedicarme una abierta sonrisa se apartó y yo salí disparada escaleras arriba.


En aquellos momentos sólo me importó mi seguridad, y sin pararme a mirar hacia donde iba atravesé las escaleras como una flecha llegando a una especie de almacén a oscuras, donde busqué desesperada una salida de aquel horrible lugar en el que me había metido y visto cosas de las que empezaba a ser consciente en ese momento.

Había una ventana con los cristales rotos, y unos cuantos tablones de madera medio arrancados, desde donde podía colarme sin problemas.

Me dirigí hacia allí y tiré de uno de ellos para abrirme hueco, pero al hacerlo me clavé sin querer uno de los clavos que sobresalían de la madera, haciéndome una profunda herida en la palma de la mano, de la que empezó a brotar sangre abundantemente.


- ¡Joder! – exclamé presionando la herida con la otra mano, tratando de no fijarme demasiado en ella para no avivar escenas de cuellos sangrantes y seres de ultratumba bebiendo de ellos.


Salí con cuidado por la ventana, intentando no volver a cortarme con los restos de cristales que quedaban en los goznes de la ventana, y a pesar de mi estado lo logré sin más accidentes.

Al salir de ella sentí una fuerte bocanada de aire helado que me caló hasta los huesos, estaba descalza y aquel vestido de seda apenas me cubría, por no contar que mi ropa interior y medias se habían quedado en aquel cuarto…Pero tenía tantas ganas de abandonar ese lugar y refugiarme en la negrura de los árboles que ignoré los constantes temblores de mi cuerpo para correr hasta alcanzar la valla, que separaba la vieja fábrica del bosque.


Me agaché entre la maleza, buscando la abertura por donde me había colado antes y tras unos minutos logré dar con la salida.

Suspiré aliviada y me encogí con cuidado, atravesando con bastante facilidad la valla.

Me alegré de que el vestido no sufriese ningún desgarrón, al fin y al cabo seguía teniendo esperanzas de que nadie de la compañía reparase en mi ausencia, y corrí hacia el bosque sintiéndome cada vez más segura a medida que me alejaba de aquel lugar.

Pero la sangre, que no dejaba de brotar de mi herida, no tardó demasiado en guiarles hacia mí, y enseguida tuve a uno de ellos justo enfrente de mí.

Su pálida tez hacia juego con el color de la enorme luna que se alzaba sobre su cabeza, y sus ropas y cabello completamente negros parecían camuflarse con la espesura.


Le reconocí como el chico que acompañaba a la mujer pelirroja y no dejaba de observarme desde que llegué a ese club.

- Al fin solos…

Clavé los pies en el suelo, y presione mi mano contra la herida para evitar que la sangre siguiese brotando de ella.

No dije nada, pero busqué con la mirada algo con lo que poder defenderme.

- Normalmente no suelo buscar fuera lo que siempre encuentro ahí dentro…- dijo con una engreída sonrisa - pero debo decir que me has sorprendido esta noche…desde que te vi noté que no eras una humana corriente.

- Si te refieres a lo que dijo Tha…Valo, no es cierto – contesté nerviosa - Soy humana cien por cien, y te puedo asegurar que mi sangre no es nada apetecible. No le gusta ni a los mosquitos y eso que en casa de mi abuela había verdaderos aviones de esos que…

El vampiro dio un paso hacia mí, o eso me pareció porque cuando me percaté de ello ya estaba a unos centímetros de distancia.


- ¿Eres de las que no callan cuando se ponen nerviosas?

Cerré la boca de golpe, obligándome a mantener las piernas en su sitio mientras temblaba como un flan.

- Ya veo que no…- susurró sonriéndome de forma seductora y bajando la vista hacia mi mano.

Aparte de aquel característico brillo de sus ojos no noté ningún gesto que le hiciese parecer hambriento o ansioso por probar mi sangre.

- ¿Quieres que la cure?

Negué rápidamente.

- Vas a manchar ese precioso vestido, y supongo que quien te lo prestó no se alegará demasiado.

- ¿Vas a matarme? – pregunté cambiando de tema.


Él se echo a reír, mostrando la punta de sus colmillos mientras lo hacía, y yo me quedé observando lo afilados e impecables que los tenía… ¿cómo harían los de su especie para ir al dentista?

- Seria un gran desperdicio ¿no crees? – dijo divertido.

Asentí con la cabeza atenta a sus movimientos, mientras él rondaba alrededor mío como un depredador acechando a su presa.

- ¿Vas a alimentarte de mí?

- Me lo estoy planteando – contestó tranquilamente – pero no, por desgracia para ti esta noche estoy bastante lleno…cené antes de que llegases. Y al contrario que tu amigo…yo estoy bastante saciado.

Sonrió con malicia, y clavó sus penetrantes pupilas negras en las mías, pero yo aparté la vista.


¿Pero qué se había creído ese imbécil? Si quería hacerme daño con sus palabras lo había conseguido, pero intenté parecer indiferente.

Aun no tenía claro lo que había pasado exactamente en esa habitación, pero estaba segura de haber visto la misma sed de esos vampiros en los ojos de Thaerion…y aunque en parte me asustaba, debía admitir que en aquel momento me sentí bastante excitada (supongo que no hace falta repetir porque). 

¿En qué se había metido todos estos años? ¿Y por qué estaba tan cambiado? Si no fuese por todos esos detalles que le hacían idéntico a él hubiese jurado que Valo y Thaerion eran dos personas completamente distintas, pero ya había dudado de ello antes, y no pensaba volver a pasar por eso.

Era él, me gustase o no en lo que se había convertido.

- ¿Entonces dejarás que me vaya? – Pregunté intentando sonar serena - ¿O vas a seguir observándome como si fuese un bicho raro durante toda la noche?


- Perdóname si te he molestado, pero uno no acostumbra a ver todos los días a una criatura del Oeste, y me resulta insólito poder hacerlo aquí…rodeada entre tanta…- hizo una pausa para buscar una palabra adecuada – vulgaridad.

- ¿Criatura del Oeste? Que yo sepa Riverview se encuentra al sur de…

- No hablo de este mundo – me cortó - hablo de tu mundo…del nuestro.

- Otra vez con eso…

- ¿Acaso nunca has estado en Édora?

Era el lugar donde Thaerion había ido cuando se alejó por primera vez, y al parecer de donde venían esos vampiros.


- Ni siquiera sabía que existe un lugar que se llame así, ¿pertenece a este país?

Volvió a reír quedamente.

- No – contestó sonriente.

- Nunca se me ha dado bien la Geografía - me excusé.

Empezaba a sentirme algo más relajada ahora que sabía que no le interesaba alimentarse de mí, pero se me pasó enseguida cuando lo vi inclinarse hacia mi oído para hablar entre susurros.

- Eres un ser extraordinario…y lo más fascinante es que ni siquiera pareces ser consciente de ello – entonces posó un suave beso en mi mejilla, con un roce tan leve y helado que me hizo estremecer, como si acercasen un cubito de hielo a mi piel y lo quitasen enseguida.


-  Me gustas… - susurró.

Abrí los ojos de par en par, mientras notaba como se arremolinaba el rubor en mis mejillas al escucharle tan cerca de mi oído.

Traté de buscar unas palabras adecuadas a la situación, sutiles pero directas. Que le dejasen bien claro que yo no era como esas mujeres desesperadas que se morían de ganas de que un ser de la sombra les sedujese para llevárselos a un rincón oscuro y…bueno, quizás esa noche me había comportado exactamente como una de ellas, pero no era así ¿vale?

Y quizás ese vampiro estuviese bastante bueno, pero no dejaba de ser un muerto, lo cual le restaba muchos puntos.

En fin…el caso es que mi voz apenas se había elevado cuando un poderoso gruñido me interrumpió.

- Grrrraaarg



El vampiro se puso tenso al instante y ambos miramos detrás nuestra, donde un lobo de pelaje rojizo y erizado nos mostraba sus fauces de una forma muy poco amistosa.

Volvió a gruñir, y yo di un grito que estremeció hasta a los árboles.

El lobo se acercó a nosotros, con sus redondos ojos brillando como esmeraldas clavados en los del vampiro, que le observaba boquiabierto como si no acabase de digerir que un ser como él pudiese aparecer en medio de un bosque.

Tampoco era tan raro ¿no? Lobos…bosque…hasta ahí era todo bastante normal.

Aunque la verdad es que imponía más que un lobo corriente, quizás fuese por el color de su pelaje y porque sus ojos parecían extrañamente ¿inteligentes?


- Fenris…- murmuró el vampiro.

- Vete de aquí – soltó el lobo entre gruñidos, o eso me pareció…

Esto ya no lo era tanto… ¿acababa de hablarme un lobo?

Dioses ¿es que los efectos de esa bebida no iban a desaparecer nunca?

- ¿Lo has escuchado? – pregunté de repente.

El vampiro no contestó, ni aparto la vista del animal mientras abría la boca enseñando los colmillos con un gesto claramente a la defensiva.

- Él no puede entenderme – dijo tras unos cuantos ladridos de advertencia - ¡vete!

Y volvió a gruñir de forma gutural al vampiro, que se había echado ligeramente hacia delante y se preparaba para el ataque.


Hice lo que me dijo, demasiado asustada para pensar en otra cosa que huir, y eché a correr hacia los árboles, dejando a aquel lobo parlante con el vampiro.

En las novelas de Drácula éste siempre había tenido control sobre esas criaturas, así que seguramente el chico no tendría demasiados problemas. Y realmente tampoco me importaba demasiado lo que le pasase. Aunque no hubiese intentado hacerme daño seguía siendo una de esas criaturas que se alimentan de personas y hacen desaparecer a muchachas inocentes.

Y yo no pensaba hacerme amiga de ellos, no después de lo que había visto y averiguado sobre ellos.


Mientras corría sentí como si cientos de ojos rojizos me observasen, ocultos entre la maleza. Y recordé una vez más las pesadillas que Hamming solía provocar para asustarme. Sabía que sólo eran imaginaciones mías, pero aun así me parecía percibir extrañas presencias a mi alrededor, esperando que cayese al suelo, que me perdiese o simplemente un despiste por mi parte para lanzarse sobre mí y devorarme.

Cada segundo que pasaba me quedaba sin aliento y estaba más asustada, mientras daba largas zancadas casi a ciegas, evitando fijarme en las sombras proyectadas por los árboles. Pues cuando lo hacía me parecía ver sus ramas retorciéndose como si quisiesen agarrarme, y yo las esquivaba como podía entre resuellos, tratando por todos los medios mantenerme alejada de ellas.


-          ¡No me toquéis! – grité antes de chocar contra un árbol y caer al suelo.

Pero para mi sorpresa este alargó sus poderosas ramas para agarrarme, tirando de mi cuerpo como si fuese una insignificante hoja que se negaba a perder. Abrazándome contra su tronco con una fuerza que me resultaba imposible vencer.

-          Shhh….shhhh…tranquila, soy yo… - habló una voz suave, relajando la presión en mis muñecas.


-          ¿J-Janne?

-          Si…soy yo, ahora relájate.

Alcé la vista atemorizada y sus ojos se encontraron con los míos, oscuros y profundos como la noche. Y tan serenos como siempre.

Me ayudó a levantar y sin soltarme de las muñecas me echó un rápido vistazo, comprobando mi estado sin emitir ningún gesto que pudiese indicarme si le sorprendía lo que veía o no.

-          ¡Tenemos que irnos de aquí! – exclamé medio ida por el miedo- ¡los espectros! ¡están por todas partes!

Posó la mirada en el bosque. Aunque parecía tranquilo mantenía una postura más tensa de lo normal, mientras olfateaba el lugar como un perro.


-          No son espectros – dijo serio, tomando mi mano con fuerza para arrastrarme hacia una parte más profunda del bosque, exactamente en la dirección contraria donde debía encontrarse la carretera.

Aun me parecía poder escuchar los rugidos de aquel lobo demasiado cerca.

-          Por ahí no es…- comencé a decir mirando asustada hacia los árboles.

-          Lo sé – dijo sin dejar de lanzar miradas a un lado y a otro.

-          Pero el bosque está plagado de…

-          Es el camino más seguro – dijo de forma cortante – debemos refugiarnos aquí hasta que amanezca.

Y sin darme tiempo a rechistar echó a correr tirando de mi muñeca, mientras yo intentaba no tropezar por el camino... y sobre todo no pensar en lo que había dejado dentro de aquel club para no obligarle a dar la vuelta y volver a los brazos de Thaerion, Valo, o como quisiera llamarse ahora ese maldito mujeriego que había vuelto a dejarme tirada...


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