(SEGUNDA PARTE)
La pequeña casita del lago seguía
tal como la recordaba, pero esta vez faltaba lo más importante. La presencia de
la persona que le daba vida y a la que había esperado poder ver a solas esa
noche.
Podía haberse acercado a su
ventana en el hogar de los Lehmann y llamarla, pero sabía que si lo descubrían
allí volverían a castigarla.
Y seguramente ella no hubiese
querido ni verlo.
¿Tendría el valor suficiente para
volver a mirarla a la cara y despedirse de ella después de su fracaso?
-
Qué importa ya - murmuró agarrando
un puñado de flores secas del jardín y tirándolas al suelo.
Tras un rato paseando junto al
lago y alrededor de la casa, decidió entrar con la esperanza de encontrar algo
que le recordase a ella y pudiese llevar siempre junto a él.
No fue difícil forzar la puerta,
pues la madera estaba tan vieja que casi se abría sola. Y aunque el lugar olía
a cerrado tras llevar meses abandonado, aun podía notar en el ambiente el leve
aroma que tan loco le volvía.
Un olor que ningún humano hubiese
podido percibir después de tanto tiempo, pero que él reconocería casi sin
proponérselo.
Thaerion subió las escaleras
adentrándose en el cuarto principal, y allí, oculto bajo la cama encontró un
pequeño cofre donde suponía que Alidaen guardaba sus recuerdos.
Sabía que aquello estaba mal, y
aunque la curiosidad casi pudo con él, decidió dejarlo tal y como estaba sin
llegar a abrirlo y ver su contenido. Seguramente encontraría algo más en
aquella casa que le sirviese sin tener que violar su intimidad de esa forma.
Finalmente llegó al cuarto de su
abuela, y en uno de los cajones encontró un pequeño mechón de pelo dorado atado
con hilo de plata.
Thaerion lo apretó contra su
pecho con todas sus fuerzas, recordando el modo en que los rayos del Sol
incidían sobre su pelo mientras se bañaba, y cómo éste le recordaba una
corriente de agua dorada deslizándose por sus hombros y espalda.
-
Esto
servirá…- susurró para sí mismo.
Y asegurándose de dejar todo como
estaba decidió volver al lago para despedirse de ella en silencio.
***
Llevaba horas paseando junto el
lago cuando escuchó una voz entre los matorrales.
-
¿Por qué
no vas a verla?
-
Es un
poco molesto tener siempre a alguien vigilándome.
Zoe salió de su escondite y se
sentó junto a su amigo.
-
Creía que
necesitarías hablar con alguien.
-
¿Y qué te
hace pensar eso?
-
Está
claro que no es tu mejor día, llevas un tiempo dando vueltas aquí solo.
-
¿Llevas
mucho rato vigilándome?
-
Lo
suficiente - contestó ella bajando la mirada e incorporándose. – Lo siento…si quieres me voy.
Thaerion suspiró y la detuvo tomándola
de la mano antes de que se marchase.
-
La verdad
es que prefiero que te quedes.
La chica volvió a sentarse a su
lado, y él la atrajo hasta su cuerpo para abrazarla y besarla.
No quería estar más tiempo solo.
***
Thaerion…
Llevaba cinco minutos sin
soltarla y sentía el pecho a punto de explotar de dicha, había deseado tenerlo
así tanto tiempo que temía que fuese un sueño y despertar demasiado pronto.
Sus labios la devoraban
hambrientos, y sus manos recorrían sus piernas, sus brazos y sus pechos con
tanto anhelo que dolía.
No podía dejar de besarla, y eso
sólo podía significar que la deseaba casi tanto como ella a él.
¿Y si después de todo la había
elegido?
Sabía que Thaerion amaba a otra,
pero estaba segura de que si le daba una oportunidad podría hacerle olvidar a
esa cría rubia y hacerle feliz.
Zoe desabrochó su camisa con
urgencia y temblorosa metió la mano por debajo de sus pantalones para
acariciarle.
Desde luego…estaba claro que
indiferente no era.
***
Thaerion abrió los ojos y se
encontró con la mirada de Zoe clavada en la suya, ella le sonreía
seductoramente mientras movía la mano avivando aún más su apasionado arrebato.
Por un momento pensó en seguir dejándose llevar y hacérselo ahí mismo, probar
por primera vez lo que era estar dentro de una chica, pero después pensó en el
error que cometería al aprovecharse de sus sentimientos de esa forma y se detuvo
de golpe.
No podía saciar su frustración de
ese modo, y mucho menos estando enamorado de Alidaen.
-
Zoe…para.-
le pidió intentando apartarse con la mayor delicadeza posible. – No podemos hacer esto, no así.
Pero ella no parecía querer dejar
las cosas como estaban.
-
¿Por qué?
– preguntó mordiendo su labio inferior – quiero
que lo hagamos…aunque no me quieras como a ella.
Thaerion le miró dolido.
-
Thae…tú
me gustas, y sé que con el tiempo tu sentirás lo mismo por mí. Déjame ayudarte
a olvidarla.
-
No hay tiempo
Zoe.
-
Sí que lo
hay…los dos estamos preparados para esto, tenemos casi dieciocho y toda una
vida por delante – respondió intentando besarlo de nuevo.
-
He dicho
que no hay tiempo – repitió apartándose de ella con brusquedad.
Zoe se mordió el labio y le
observó mientras se incorporaba. No dijo una palabra hasta que él se vistió y
le confesó lo que más le atormentaba y acababa de saber.
-
Debo irme
de Riverview.
-
¿Cómo
dices?
No podía contarle toda la verdad,
por lo que pensó una excusa rápida.
-
Mi padre
me envía a estudiar fuera –murmuró - a
una academia militar.
No era del todo incierto. Pues en
Édora debería aprender a luchar y formarse para la guerra contra los Dalar.
Thaerion odiaba las mentiras, y prefería hacer uso de verdades a medias en su
lugar, si era necesario claro.
Zoe le miró fijamente, y el gesto
de su rostro cambió de golpe a uno preocupado.
-
¿Una…academia
militar?
-
Así es…
-
Y no
volverás a Riverview… ¿verdad? – preguntó a punto de estallar en lágrimas.
Pues sí que era buena excusa para
que se lo tomase así. No sabía que eso de irse a aprender a ser soldado era
algo tan definitivo para una relación.
-
Pues no, no
creo que vuelva – confesó sin irse por las ramas. – Pero me gustaría hacerlo.
-
Entiendo…
Zoe se colocó bien la camiseta
sin decir nada más y escondió la cabeza entre sus manos, rompiendo a llorar.
-
Lo
siento…lo siento mucho, Thaerion. Yo tengo la culpa…
Thaerion se dio la vuelta y
acarició su rostro salpicado de lágrimas, y observó en sus ojos el miedo a
perderlo y su culpabilidad.
-
Zoe… ¿hay
algo que no me hayas contado? – preguntó temiendo la respuesta.
-
Yo…avisé
a tu hermano de tu relación con Alidaen…él…me pidió que te vigilase – le
confesó entre sollozos.
Al escucharla le soltó de golpe,
mirándola sorprendido.
-
¿Y por
qué hiciste eso?
-
No tuve
alternativa…l-le debía un favor…
-
¿Qué
debías un favor a mi hermano?
-
Él me
salvó la vida en el incendio…
-
¿En el
incendio…?
Thaerion recordó la historia que
acababa de contar su padre y pensó en el incendio que había matado a esa bruja.
Cuya hija adolescente escapó milagrosamente de las llamas.
-
Tú
eres…la hija de esa Bruja…
Ella asintió con la cabeza
intentando acercarse a él. Thaerion no hizo amago de apartarse, pero en cuanto
alargó la mano para tocarle él la detuvo sujetándola con fuerza de la muñeca.
-
Thaerion…no
tenía elección…no podía contarte la verdad por miedo a que me rechazases, pero
ya no hay motivos para continuar ocultándotela – bajó la mirada hasta su
muñeca, que dolía por la presión que él ejercía sobe ella. - Mi madre trabajó para vuestra familia
durante años, nunca me contó que era exactamente lo que hacía, pero sé que
estudiaba el modo de devolveros a Édora…
-
¿Sabes de
dónde venimos…? – preguntó sorprendido.
Ella asintió con la cabeza,
visiblemente dolida.
-
Sé que no
te mandan a una escuela militar. Y también que no volverás.
-
¿Y tú les
ayudaste a encontrar el modo de hacerlo?
-
¡No!
¡Nunca haría tal cosa! – exclamó deseando que la creyese - Ni sabía que lo habían vuelto a intentar
tras la muerte de mi madre.
-
¿Entonces
tu que pintas en todo esto? – Thaerion la acercó a su rostro y ejerció más
presión con sus dedos. – No quiero ni
una sola mentira.
-
Yo
sólo…tenía que ocuparme de vigilarte – la penetrante mirada del chico le
imponía bastante, pero sabía que debía decir toda la verdad. Aunque no quisiera
volver a verla después de eso – y avisar
a tu hermano si te veía con ella. Te lo juro Thaerion…no tenía ni idea de que
te mandarían a ese lugar.
-
¿Entonces
cómo sabes que es allí donde me envían?
-
Tan sólo
he tenido que unir las piezas del rompecabezas, al igual que tú has hecho. Lo
he sabido desde que me has dicho que te marchabas para no volver.
Thaerion la soltó de golpe y
clavó la vista en el lago.
-
Entonces…
¿todo esto lo has hecho sólo porque le debías un favor a mi hermano?
Zoe había sido la única chica a
la que creía importar de verdad, su mejor amiga. Y pensar que había estado sólo
fingiendo para ganarse su confianza le hacía sentirse doblemente traicionado.
-
Puede que
al principio me acercase a ti por eso – confesó acercándose a él por la
espalda – pero todo lo que te he contado
ha sido verdad, y también todo lo que he sentido por ti.
Él se giró para mirarla a los
ojos, quería poder creerla más que nunca. Necesitaba saber que le importaba a
alguien.
-
Eres un
chico difícil Thaerion, lo supe desde el principio. Y es aún más complicado
llegar hasta ti. Pero te juro que de no haber querido conocerte de verdad tan
sólo habría tenido que perseguirte y vigilar lo que hacías para después
contárselo a tu hermano.
-
¿Y por
qué tanto esfuerzo? ¿Te gustan los retos?
-
Porque me
gustaste desde el primer momento y quería conocerte a toda costa. Y porque
cuanto más te conocía más enamorada estaba de ti…
-
Pero
sabías que amaba a otra.
-
Lo sabía,
pero confiaba en que te olvidases de ella y me eligieses a mí – confesó con
tristeza.
-
No ha
sido así, Zoe – respondió acercándose para tenerla cara a cara y ser claro
con ella - Y aunque hubiese tiempo para
intentarlo nunca lograrías que me olvidase de Alidaen. Ni tú, ni nadie en este
mundo y cualquier otro podrá hacer que la olvide.
Los ojos de la muchacha brillaban
enrojecidos por las lágrimas.
-
Lo sé…
- suspiró bajando la mirada - pero el esfuerzo
ha mereció la pena.
Thaerion dejó caer los hombros y
se llevó la mano a la frente visiblemente agotado. Pensó en la situación de Zoe
y en lo que él habría hecho, y también en el modo en que le había apoyado en
tantas ocasiones.
Puede que le delatase frente a
Kheran, y también que ello hubiese provocado en parte que su padre se enfadase
y quisiera darle una lección. Y sabía que él rechazaba su relación con Alidaen,
pero dudaba que fuese suficiente motivo para mandarlo a Édora.
No, era injusto que la culpase de
todo. Ella sólo había sido una pieza más movida al antojo de Rethan y su
hermano.
-
Será
mejor que me vaya, supongo que no querrás volver a verme después de esto –
murmuró entre dientes.
-
No seas
boba - contestó él esbozando una tenue pero amable sonrisa. - Anda ven…
Y volvió a estrecharla en un
abrazo, pero está vez como lo haría un verdadero amigo.
tss yo le daba espolio a Zoe bien rápido por hacerle la jugarreta que le ha hecho a Thae, es una más de las partícipes para que Alidaen y Thaerion no puedan estar juntos. !Buuuuuuh Zoe!! fuera de escena ya!!
ResponderEliminarPD: Como siempre me encanta neni,a ver cuando nos pones el link para poder comprar el libro ;)!
¡Pero qué mala! Jajajaja
Eliminar¡Gracias preciosa, un beso enorme! (Lo del link no te preocupes, el día que lo publique lo anunciaré con bombo y platillo, tengo unas ganas yaaaa)
Jooo pobre Thae ;_; aunque tambien me da algo de pena Zoe ;/////; aunque lo haya delatado, se nota que lo quiere T^T
ResponderEliminarMuy buen relato Ali-chan <3 como siempre ~
Si Mexe, lo quiere mucho T_T
EliminarGracias guapa, me encanta tenerte aquí siempre! ¡Un besazo!
Zoe tiene algo que no me gusta... ¬¬ No es que la considere como mala persona pero en un triángulo amoroso el que se entromete no me suele gustar :/
ResponderEliminarAhora que lo pienso si le pudo hacer esto a Thaerion de joven y sabe que Valo es él (lo que no me extrañaría en lo más mínimo) Es capaz de echárselo a la cama en el siguiente cap DX Espero que no pase nada y Valo no se lo consienta...
¡Hola Naike!
EliminarPues prontito verás lo que pasa con ella en el siguiente capi de la serie...no se si os gustará, pero estoy segura de que no os dejará indiferentes jijiji
¡Un besazo!
Como siempre, fantástico relato en el que se van desvelando cosillas.
ResponderEliminarZoe parece otra... hay que ver como hacen cambiar los años.
Me ha encantado ver cómo de comprensible es nuestro Thaerion. Otro en su lugar se hubiera enfurecido y vete a saber qué más, pero él se ha puesto en el lugar de Zoe y ha conseguido comprenderla en cierta manera y perdonarla.
Cierto lo que dice Sharabel, yo quiero el libro YA! Lo exijo!! jejeje
Besos guapa y aquí andamos esperando el siguiente <3
¡Hola guapa!
Eliminar¿La ves muy cambiada? Bueno aparte de lo del pelo rosa y los tatus...y que ya no es tan calladita como antes...(si, a verdad es que los años la han transformado xD)
Si es cierto que Thaerion es bastante comprensivo, al menos de adolescente. Siempre ha intentado ponerse en la piel de los demás y tratar de comprender su forma de actuar, supongo que es lo que tiene por ser tan analítico a veces.
Y sobre lo del libro...¡yo también quiero publicarlo ya! Pero bueno, se que tarde o temprano saldrá y eso me hace muy feliz, sobre todo ver que queréis tenerlo *.*
¡Un abrazo enorme!
Ah... interesantes las cosas que se han desvelado en este capítulo.
ResponderEliminarLa verdad, Zoe me da bastante penita. Vale que estuvo mal traicionar a Thae, pero se nota que lo quiere, y debe de dolerle mucho que él esté enamorado de otra. Además no debe de ser nada agradable sentir una deuda tan grande hacia alguien... Al menos se han reconciliado al final, eso ha sido bonito :-D.
Y con respecto a Thaerion, resulta bastante curioso que asegure con tanta autoridad que no habrá nada ni nadie que le haga olvidar a Alidaen ;-).
Jajajaja tienes razón, es la "gracia" del capítulo, ya que en el futuro todos sabemos que la olvida, aunque no se sabe cómo ni por qué, eso se irá poco a poco desvelando con los capítulos donde salen el relato "Vuelta al Hogar" ^^ Pero ya sabemos cómo somos de adolescentes, estamos tan seguros y afirmamos tantas cosas que luego por motivos de la vida cambian...y él es un poco así.
EliminarY Zoe como dices no lo hizo con mala intención, tenía una deuda con el hombre que la salvó siendo una niña y no conocía a Thaerion de nada, aunque luego la cosa cambió. Por eso Thaerion lo ha entendido y la ha perdonado, luego veréis cómo sigue el relato :)
Un besito Marsar, y muchísimas gracias por tus comentarios!