Desde la fiesta, Thaerion había
estado pensando en un modo de vengarse de aquel imbécil. Sabía que si lo dejaba
pasar la cosa no quedaría ahí, y que en el momento que él se fuese volverían a
intentar hacerle daño.
La terrible muerte de Erailne
seguía muy presente en su memoria, y el miedo a perderla se incrementaba cuando
se imaginaba a Alidaen en sus brazos de la misma forma que la sostuvo a ella.
Ese cerdo podría haberle
matado…ese cuchillo podría haber sido real como el puñal que le arrebató a su
madre. Y si él no hubiese estado ahí se habrían aprovechado de ella.
Debía hacerse cargo de Dean y su
amigo, hacer algo que les quitase las ganas de volver a abusar de otra chica.
Y creía haber encontrado una forma
perfecta de hacerlo. Así que debía llevarla a cabo antes de su exilio a Édora.
-
¿Estás
cien por cien seguro de querer hacerlo?
-
No tienes
que ayudarme si les tienes miedo.
-
¿Miedo a
ellos? Lo que temo son las
consecuencias. Thaerion…la alquimia no debe tomarse a broma.
Thaerion apartó la vista del vial
que tenía delante suya para mirar a su amiga. Desde que le confesó todo, Zoe
había demostrado ser alguien de confianza y una gran aliada en contra de esos
estúpidos que se dedicaban a abusar de los más débiles. Siempre había sabido
que era distinta a las demás, y que tenía un don que ocultaba a todo el mundo
salvo a él.
Era una bruja, y aunque sus
poderes estaban despertando, estaba seguro de que en el futuro llegaría a ser
muy poderosa.
Zoe había sido quien le había
dado la idea, después de todo aun pensaba que le debía algo por haberle
mentido.
-
Esto no
es una broma Zoe, no puedo irme de aquí sin haberme encargado de esos dos.
-
¿Y si
sale mal? Es una magia muy inestable…
-
¿Qué
podría pasar? ¿Qué les saliesen verrugas y se pusiesen a croar como los sapos?
La chica golpeó su espalda con la
mano abierta.
-
¡Dijiste
que no te lo tomarías a broma!
-
Vamos…relájate.
Pase lo que pase yo asumiré los riesgos. No dejaré que te salpique.
-
Pero tú…-
Zoe se miró las manos, que no podía dejar quietas a causa de los nervios- t-tú te vas…
Thaerion sabía que su partida le
dolería a ella más que a nadie, conocía bien sus sentimientos hacia él. Y
aunque no podía corresponderle de la misma forma entendía bien su tristeza.
Él también tendría que separarse
de la persona que amaba, y sabía lo que era no ser correspondido.
-
Más
motivos para hacerme cargo de ellos. Esto les quitará las ganas de volver a
tocar a cualquier chica.
-
Está
bien, pero si sale mal que conste que te he avisado.
-
Que siiiiii.
Mira que eres pesada…
Pero era una buena amiga, seguro
que la echaría mucho de menos cuando se marchase.
***
Era su primer día de clases tras
una larga temporada alejada de todos esos niñatos, y aparte de una más que
forzada indiferencia por parte de todos, Alidaen no tuvo que soportar muchas
molestias al llegar.
Sus compañeros la miraban como un
bicho raro, pero eso a ella nunca le había importado y no iba a comenzar a
hacerlo ahora. Incluso Faith, que se dedicaba siempre a criticarla abiertamente
para que todos la escuchasen hacía como si no existiese.
Todo iba perfectamente hasta que
durante el recreo, al no aguantar más sin molestarla, la cogió por sorpresa en
el patio cuando fue a beber agua de la fuente.
-
Ya
empezaba a echarte de menos ¿Te has divertido mucho con tu novio estas semanas?
Alidaen dio un trago de agua sin
dirigirle la palabra y siguió a la suyo como si no existiera.
-
Imagino
que ya se ha cansado de ti y se habrá buscado a otra. Dicen que lo han visto
montándoselo con su amiga Zoe en el cementerio… ¿no es allí donde os veíais?
¿Os van esos rollos raros?
Creerse las palabras de esa
idiota habría sido caer en sus provocaciones, pero lo cierto es que cada vez
que los imaginaba juntos se ponía enferma. Aunque sabía que Thaerion, desde lo
ocurrido, no había vuelto al cementerio. O al menos durante las horas que ella
estuvo esperándolo todos esos días.
-
Estoy
segura de que ha sido él quien te ha dejado – continuó picándola con una
sonrisilla. - Y no me extraña, eres una
estrecha.
-
Piérdete
Faith – contestó sin darse la vuelta, incapaz de soportar su impertinencia
por más tiempo.
-
No me
sorprende que quiera irse, las chicas como tu ponen enfermos a cualquiera.
Alidaen intentó hacer caso omiso
a sus palabras, pero aquello dejó un nudo en su estómago, que no hizo sino
incrementarse cuando Dean se cruzó en su camino en el pasillo. Podría haber
salido pitando de allí, y desde luego lo deseaba pues su presencia le repugnaba
desde la fiesta, pero su orgullo no le permitía darle esa satisfacción a
ninguno de ellos.
-
Vaya…te
veo muy tranquila para haberte quedado sin tu caballero andante – susurró
al pasar por su lado de vuelta a clases, su aliento le trajo tan malos
recuerdos que a punto estuvo de tener que ir al baño a vomitar. - Supongo que aún no te has enterado de
nada…pero yo de ti me andaba con cuidado a partir de ahora.
No entendía de qué estaban
hablando, pero sus insinuaciones comenzaban a olerle demasiado mal. Hasta que
finalmente, en uno de los cambios de clases, dos de sus compañeras comenzaron a
murmurar en un tono lo suficientemente alto para que ella las oyera.
-
¿Te has
enterado de que van a internar al Laremion en una escuela militar?
-
Yo he
oído que se va fuera del pueblo, con un familiar o algo así. Pero no me lo creo
del todo, me extraña que lo manden fuera con lo raros que son para esas cosas.
Cadie, que aún se sentaba a su
lado aunque no le había dirigido la palabra en todo el día, se metió en la
conversación para echar más leña al fuego.
-
Pues
créetelo, Thaerion se va de Riverview y no piensa volver.
Alidaen apartó la mirada de sus
apuntes y miró a Cadie sorprendida.
-
¿Cómo que
se va del pueblo?
Las tres chicas la miraron con
cara de asco y en ese momento apareció la profesora, haciendo que dejasen de
prestarle atención.
-
Cadie por
favor, no me dejes así –suplicó bajando la voz.
-
Si
quieres saber más pregúntale a su novieta la chunga, pero a mi déjame en paz
– respondió cortante.
Deseó largarse de clases para poder hacerlo,
pero con la profesora allí habría llamado demasiado la atención y esperó a que
acabasen para buscarla por todo el instituto.
Estaba tan preocupada por encontrarla
que se olvidó de tener cuidado y evitar lugares en los que pudieran pillarla a
solas de nuevo, cosa que hicieron Dean y Tommy en los baños de chicas,
aprovechándose de su descuido.
-
¿Buscas a
alguien, zorrita?
Alidaen pegó un grito al chocar
con el corpulento de Tommy, que la miraba lascivamente como aquel día en el sótano.
Éste la cogió del brazo y la sujetó mientras Dean se le acercaba por detrás
para meterle mano.
-
Supongo
por tu cara que ya te has enterado de la noticia…- susurró a su oído. – Dentro de poco no tendrás a tu novio para
protegerte y podremos hacer lo que queramos contigo.
-
¡Dejadme
en paz! ¡Cómo me pongáis una mano encima hablaré, le contaré a Lehmman lo que
habéis hecho y hará que os expulsen del instituto! – amenazó tratando de
quitárselos de encima.
-
¿Y qué
vas a decirles? ¿Sabes la influencia que tiene mi madre en este pueblo? Nadie
te creerá, y mucho menos después de haber estado revolcándote con ese Laremion.
-
¡Yo no me
he revolcado con nadie!
-
No
mientas, todo el mundo lo sabe, zorrita – contestó Tommy acercándose más a
ella.
-
¡Deja de
llamarme así o te coso la lengua al culo de una patada!
Dean sonrió y comenzó a
introducir la mano bajo su falda para acariciarle las nalgas desde atrás, Tommy
en cambio fue más osado y condujo la mano hasta el interior de sus muslos.
- ¡Quita la mano de ahí, cerdo!
Intentó golpearles, pero esta vez
la tenían reducida entre los dos y no estaban borrachos, por lo que poco podía
hacer salvo gritar y removerse.
-
Deja de
moverte así – dijo el moreno – o vas
a hacer que acabemos contigo antes de tiempo.
Los dos se echaron a reír por la
broma, pero a Alidaen no le hacía ninguna gracia ¿Es que nadie podía
escucharla? Estaba desesperada.
-
Que bien
hueles… - Tommy acercó la nariz a su pelo y aspiró con fuerza mientras
continuaba intentando meterle la mano bajo su ropa interior. – Joder, me está poniendo malo.
Dean la apartó de un empellón al
darse cuenta de las intenciones de Tommy, y la agarró del brazo con fuerza para
conducirla hasta uno de los baños y apartarla de él.
-
Vigila
que no venga nadie, Tom – le ordenó.
-
¿Qué vas
a hacer? – preguntó bastante contrariado por la interrupción. - ¿Ya la quieres para ti solo?
-
Exacto,
así que no molestes y espérame fuera.
Tras decir esto cerró la puerta y
la aprisionó contra la pared, dejando a Tommy con el calentón junto a la puerta.
***
Michel no podía dejar que se
saliesen con la suya.
Por un lado su conciencia le
decía que debía ayudar a la chica y hacer algo, y por otro su sentido común le
decía que si no actuaba Thaerion luego tomaría represalias y sería peor que
ganarse fama de chivato.
Mejor chivato que muerto, la
verdad.
Según Dean sólo querían asustarla
un poco, pero Michel conocía muy bien lo corta que era la mecha de sus amigos y
lo larga que era la lengua de Alidaen cuando la cabreaban, y no había que ser
muy listo para saber que aquello no iba a terminar en un simple susto, y que
seguramente acabaría salpicándole a él a pesar de no haber hecho nada.
Así que en cuanto vio que la
seguían hasta el baño y se encerraban con ella salió por patas para avisar al
primer profesor que pasase por ahí.
Pero lo que él no sabía es que
Dean no era tan tonto como parecía, y había planeado todo para asegurarse de
que los pocos profesores que quedaban en el edificio estuviesen ocupados en sus
tutorías, y alguien más se había encargado de entretener al conserje dejando
sueltas por el aula de música las ranas reservadas para los experimentos de
física. Así que pensó que no había nadie más que ellos.
Pero por cuestiones del destino
la presencia de la única persona que podría ayudarle a no quedar como un patán
apareció de la nada. O eso o no había reparado en su presencia antes, como
solía ocurrir con todos los que pasaban cerca de ella.
***
Mientras tanto, Dean seguía con
su acoso a la muchacha.
-
Si fuese
por Tom te lo hacía aquí mismo– susurró intentando asustarla aun más. - Pero como ves puedo ser tan caballeroso
como ese amigo tuyo y protegerte.
Alidaen le miró con los ojos
enrojecidos.
-
Puedo
cuidar de ti cuando él se vaya si me prometes que no abrirás la boca y me darás
lo que te pida. Aquí hay unos cuantos chicos que te tienen ganas después de la
fama de… – tuvo que hacer una pausa para descartar un insulto y seguir
intentando persuadirla por las buenas - …chica
suelta que te has ganado tras la fiesta.
-
No
necesito que nadie me proteja. Y mucho menos tú – contestó con desprecio.
-
A mí me
parece que protección es precisamente lo que te hace falta, teniendo en cuenta
tu facilidad para meterte en líos.
Dean comenzó a juguetear con su
pelo mientras hablaba, esta vez sin tocarle apenas para no asustarla. Pero
Alidaen podía notar que estaba reprimiéndose mucho y temía que en cualquier
momento se le lanzase a la yugular.
-
Y dado
que mi familia es la más influyente del pueblo… y que no podrías hacer nada
contra mí y mis amigos aunque te escudases en tu tutor, deberías considerar
seriamente mi propuesta y ser mi chica.
-
¿Tu
chica? ¿Y dejar que me pongas tus manazas de puerco encima? ¡Já! ¡Antes me
liaría con un orangután! ¡Seguro que está menos salido que tú!
A pesar del miedo que sentía se
echó a reír en sus narices, haciendo que las mejillas de Dean se encendiesen
por el poco sutil rechazo de la chica.
-
¡Ya me
tienes harto! – exclamó pegándose más a ella y bajando el tono de voz a uno
más suave para que no le escuchasen. - No
me gusta que se rían de mí…y mucho menos las niñatas como tú. Pensaba dejarte
en paz pero ya veo que tú no aprendes si no es a la fuerza.
Sin mucha delicadeza comenzó a
besarle y morderle en el cuello, tapando su boca con una de las manos para
silenciar sus quejidos, mientras llevaba la otra a su pecho.
-
Joder…si es
verdad que hueles bien…- murmuró perdiendo el poco control que le quedaba e
intentando forzarla para que le besase.
Alidaen no lo sabía, pero aquella
no sería la última vez que debido a su naturaleza atraería a un hombre hasta el
punto de hacerlo perder el control de sí mismo y querer tomarla a la fuerza.
No entendía porque Dean y los
demás chicos se comportaban así mientras forcejeaba intentando evitar que la
besase. Pero cada vez que lo hacía él ejercía más fuerza en su mandíbula
provocándole más daño.
Finalmente y a pesar de sus
protestas logró que la boca de Alidaen siguiese un ritmo forzado contra la
suya.
***
-
¡Zoe!
¡Menos mal que has aparecido! ¿Dónde te metes?
La chica arqueó una ceja mirando
al chico de pelo rapado a lo cani como si fuese de otro planeta. Estaba sentada
en un banco del patio escuchando Metallica en su equipo de música portátil.
-
Vengo
aquí siempre que acaban las clases desde que empezó el instituto, si no fueses
tan cortito te habrías dado cuenta antes.
-
¡Pero
Alidaen te estaba buscando antes y no te encontró!
Zoe estaba alucinando, todos la
habían ignorado durante el curso y parece que se habían puesto de acuerdo a la
vez para darle la brasa ese día.
-
Eso es
porque a algún capullo le dio por hacerse el gracioso con unas ranas y el
conserje vino a echarme la bronca creyendo que era yo. Podría haberle ayudado
pero paso, que lo limpie él, que para eso le pagan.
-
¡Me da
igual, no hay tiempo!
-
¿Tiempo
para qué? ¿Ya te has estado fumando el césped con tus amiguitos?
-
¡Déjate
de chorradas! – al darse cuenta de que podría llamar la atención con tanto
grito decidió bajar el tono de voz para que sólo ella le escuchase - Tienes que avisar a tu amigo el siniestro y
decirle que a su novieta se la están zumbando en los baños ¡y que venga rápido
a salvarla!
-
¡¿Se la
qué…?! ¡¿Pero tú estás tonto?! ¿Te crees que tiene superpoderes o algo y puede
venir aquí en cuestión de segundos?
-
Emmmm…¿sssi?
La chica se llevó las manos a la
cabeza y se puso en pie rápidamente, soltándole un capón con toda su mala
leche.
-
No si con
lerdos como vosotros no me extraña que hasta en Appaloosa nos tachen de
paletos. Anda ve corriendo y avísales de que viene algún profesor, ya verás lo
pronto que se les baja el calentón.
-
¡Pero no
hay ninguno! ¡Han desaparecido misteriosamente!
-
Lo que ha
desaparecido misteriosamente son tus neuronas…tu ve y diles eso, que yo me
encargaré del resto.
-
¿Qué vas
a hacer?
-
Usar la
cabeza. ¡Vete ya, coño!
***
“Para, para esto por favor”, se rogaba mentalmente.
La imagen de Thaerion salvándola
en la fiesta acudió a su cabeza hasta convertirse en un recuerdo lejano y
difuso, mancillado por el hedor de la boca de Dean y el tacto de su lengua.
“¡Qué asco, joder!”
Aquella no se parecía en nada a
la sensación que había tenido al ser besada por Thaerion, ni siquiera cuando él
también hizo eso con ella. De hecho con él habría repetido esa experiencia
cuantas veces fueran si no fuese porque pensaba irse a saber dónde.
Pensar en ello no ayudó demasiado
en una situación así, y sólo le hizo sentir aún más desamparada. Pero la suerte
estuvo de su lado cuando alguien entró en los baños montando bastante
escándalo.
-
¡Que
viene la profe! ¡Rápido tenemos que salir de aquí!
Dean abrió los ojos de golpe y se
apartó de ella mirándola como si acabase de despertar de un sueño.
-
¿Q-qué ha
pasado…? – comenzó a preguntar echándose hacia atrás y apoyándose en la
puerta.
-
¡La
profe! – gritó Michel abriendo de golpe.
Al perder su apoyo, Dean cayó al
suelo de culo cómicamente, provocando que sus amigos se echasen a reír y
saliesen por patas.
-
¡Vámonos
de aquí! – exclamó Michel, mirándola fijamente unos segundos antes de
seguirlos.
Alidaen tardó en reaccionar,
observando la puerta del baño cerrarse lentamente tras la salida del chico, y
encontrándose con la mirada furiosa de Faith mirándola a través de ésta.
-
Te-vas-a-en-te-rar.
Fue lo último que leyó en sus
labios antes de que se cerrase la puerta.
***
(Minutos más tarde)
-
Tranquilo,
Michel me avisó a tiempo y no llegaron a…- Zoe se detuvo a tiempo
adivinando la cara que tendría su amigo al otro lado del teléfono. – Si, está bien, acabo de verla coger un taxi
para volver a casa. Pero ellos siguen en el instituto recibiendo un rapapolvo
de la profesora por armar jaleo. Al final los gritos de Michel alertaron a los
profesores y les pillaron corriendo por los pasillos como idiotas.
Zoe fijó la vista en la salida
del edificio, vigilando que nadie más saliese por ella.
-
Supongo
que se quedarán ayudando al conserje a limpiar la que han montado, así que
tienes tiempo de sobra. Pero aun así date prisa, a Dean se le da bien
escaquearse de los castigos escudándose en sus papaitos.
Thaerion hablaba al otro lado de
la línea, maldiciéndose por no haber actuado antes y haber dejado que volviese
a ocurrir mientras su amiga intentaba calmarle.
-
No sabías
que volvería al instituto tan pronto, deja de martirizarte y ven, te estaré
esperando donde siempre.
***
Alidaen cruzó el camino del taxi
al hogar de los Lehmman en un tiempo record y cerró la puerta dando un fuerte
portazo. Los gritos de protesta de Isabelle se oían desde la cocina mientras
ella corría por las escaleras y se encerraba en su cuarto.
-
¡Herald,
ve a ver qué le pasa a esa niña porque como vaya yo le cruzo la cara! ¡Mira que
le tengo dicho que no se corre por los pasillos!
Herald suspiró y dejó su libro en
la mesita, caminando con calma hasta el cuarto de la muchacha y dejándole unos
minutos a solas para que se calmase un poco. Desde el otro lado de la puerta
podía oírla llorar, e imaginó cual sería el motivo.
Seguramente se habría enterado de
que Thaerion abandonaba el pueblo.
Suponía que en cuanto se enterase
lo pasaría mal, pero aunque le doliese verla en ese estado sabía que estar
lejos era lo mejor para ambos. Ese muchacho podría hacerle mucho más daño a la
larga. Pero lo que no sabía era que no era el único motivo por el que Alidaen
había vuelto del instituto así.
Tras unos minutos de espera,
Herald llamó suavemente a la puerta. Cuando ella le invitó a entrar ya estaba
más calmada pero aun así sus ojos no dejaban de lagrimear.
-
No pienso
volver a ese instituto, Herald – le dijo nada más cruzar la puerta – mándame a otro, o mejor aún, a una escuela
militar fuera del pueblo…pero no me hagas volver allí.
Herald sintió que lo de la
escuela militar no lo decía por decir, pero lo ignoró al darse cuenta de que le
habían hecho algo malo, reparando en seguida en las marcas rojizas que tenía en
el cuello y en las mejillas.
-
Dime
quien ha sido, Alidaen – por su tono de voz aquello parecía más una orden
que una petición, pero no podía reprimir las ganas de matar a alguien al
imaginarse cómo podría habérselas hecho.
Alidaen se mordió el labio
inferior y le miró con esa carita que hacía que todo lo demás dejase de existir
para él.
-
Por
favor…
-
N-no…no
ha sido nada – contestó ella intentado que no le preguntase más.
-
Alidaen… ¿Alguien
te ha forzado a hacer algo que no querías?
-
No me
han…- tragó saliva reprimiendo una arcada al pensar lo que habría pasado si
Michel no les hubiese interrumpido y siguió hablando -…sólo fue un beso.
-
¿Han…?
– abrió los ojos sorprendido - ¿Han sido
varios?
Esperó que contestase pero ella
bajó la mirada.
-
Explícamelo
todo y me aseguraré de que no vuelvan a
pisar este pueblo en su vida.
Alidaen recordó las palabras de
Dean mientras la forzaban. No podían hacer nada contra los Fairchild, nadie la
creería si les delataba. Y no quería meter a Lehmman en más problemas por su
culpa, lo único que quería era que la dejasen tranquila y no volver a verlos
nunca.
-
¡Si lo
que quiere es ayudarme deje de preguntarme cosas! ¡Y sáqueme de ese instituto!
Herald se acercó al verla volver
a estallar en lágrimas, y colocó la mano en su barbilla alzándola para que le
mirase.
-
Te
prometo que no volveré a forzarte a ir si es lo que quieres, pero necesito que
me digas qué ha pasado para poder ayudarte. Si no hablas no podré hacer nada
contra esos chicos y seguirán molestándote, o molestando a otras chicas.
Ella lo pensó unos segundos,
imaginando a Dean y Tommy abusando de otra muchacha, hasta que finalmente
decidió contarle todo para evitar que eso pasara.
Su tutor le escuchó con aparente
calma, y después de una breve charla y unas cuantas advertencias sobre los chicos
y los hombres en general decidió dejarle a solas descansando y ocuparse de sus
cosas.
-
Descansa
Alidaen, y descuida. No dejaré que esos dos vuelvan a acercarse a ti nunca.
***
Dean, Tommy y Michel salieron del
instituto a eso de las cinco, después de recibir una buena bronca por parte de
los profesores y ayudar al conserje a dejar el aula de música tal y como
estaba.
Faith y las demás chicas se
habían librado del castigo, y ningún adulto se había enterado de lo que había
pasado en los baños porque Alidaen se había ocupado de ello, largándose de allí
antes de que les pillaran.
Después de todo el plan no les
había salido tan mal.
-
Tío,
menos mal que nos avisaste a tiempo. Si nos llegan a pillar en los baños con
esa niñata a saber lo que habrían pensado.
Tommy golpeó amistosamente a
Michel en el hombro, éste se volvió hacia él y le dedico una sonrisa algo
forzada. Al final había quedado hasta bien con ellos, pero después de ver de lo
que eran capaz de hacer cada vez le quedaban menos ganas de ser su amigo.
-
Ya ves,
qué palo… - respondió sin mucho ánimo.
Dean les miraba con cara de pocos
amigos y en silencio, parecía malhumorado. Seguramente le habría molestado que
su excusa de ser el hijo de la alcaldesa no funcionase esa vez y le hiciesen
limpiar como al resto. O quizás se había quedado con ganas de más en los baños.
Después de un rato caminando,
Michel decidió volver solo por su cuenta cuando Dean les invitó a ir a su casa
para enseñarles una cosa.
-
Yo paso
tíos, estoy muy cansado y mi madre debe estar preocupada.
-
Vale
Mich, nos vemos mañana – se despidió Tom.
-
Hasta
mañana.
Dean esperó que se alejase unos
metros para hablar con su amigo.
-
¿Soy el
único que se ha dado cuenta?
-
¿Eh? ¿De
qué?
-
¿Tú no
notas raro a Mich?
-
No ¿por?
-
No sé, le
noto distinto desde la fiesta. Empiezo a creer que no está de nuestro lado.
-
Yo creo
que se ha cagado por lo del Laremion. Pero en cuanto se pire seguro que vuelve
a ser el mismo.
-
Eso
espero…
Tommy le soltó un codazo y le
miró de forma insinuante.
-
¿Y tú vas
a contarme ya lo que le hiciste en los baños o vas a seguir dejando que me
monte mis propias películas?
Dean se echó a reír, viendo la
cara de su amigo no le costaba adivinar que clases de películas tendría él en
su cabeza.
-
¿Tú qué
crees…?
-
No lo sé,
pero a mí me dejaste fuera con el calentón ¡pedazo de perro!
Volvieron a reír, pero al cabo de unos segundos Dean se puso serio y habló de nuevo.
-
No llegó
a pasar nada, sólo nos enrollamos…pero te aseguro que ésta cae tarde o temprano.
-
¡Yo no
estaría tan seguro!
Los dos se giraron al mismo
tiempo al escuchar esa voz, y ambos cayeron al suelo cuando algo contundente
chocó contra ellos.
-
Se os van
a quitar las ganas de volver a tocarla…
-
Vamos
Spiderman, es hora de llevar a cabo una venganza.
Eso el halconcillo con su cara de malo..jaja ¿que conjuro les hará? ¿sapificación?
ResponderEliminarJajaja si, en el próximo capi veremos a Dean con la cabeza de sapo que metieron con el conjuro xD
EliminarAyyy pero que perros!!! me caen mal los calentones esos!! muy buen capitulo nena!!
ResponderEliminar¡Gracias preciosa! Son insoportables, pero ya verás como tendrán su merecido en el próximo capi ^^
Eliminar¡Pobre Ali! :-( ¡Vaya panda de asquerosos! >:-(
ResponderEliminarYa estoy deseando ver la venganza, aunque temo las consecuencias...
Si, pobrecita, es demasiado inocentona y al final se la cuelan siempre esos niñatos :/
EliminarY bueno, el castigo se verá en el siguiente capi, pero como dices las consecuencias...ese es otro tema :P
¡Besos guapa!
Ellos se quedan con el calentón pero yo me quedó con el curioson de saber qué pasa?? Yo no utilizaría conjuros les cortaría los testículos y se los pondría de pentiendes!!:
ResponderEliminarUn capitulón neni me ha encantado^^ buen trabajo
¡Nada bueno nena! Eso pasará...xD Y yo haría lo mismo, y Thaerion igual...pero bueno, ya se verá ^^
Eliminar¡Gracias preciosa, un besazo!
¡Solo una barra de hierro golpeándoles no basta! >___< Esa clase de gente tienen que cortarle sus cositas uxu. A ver como sigue *O*
ResponderEliminarSi calentamos el hierro antes igual...gracias por pasarte y comentar preciosa, ¡ya veremos dentro de poco cómo terminan esos dos!
Eliminar¡Por cierto! Me leí todos los capis de tu blog y me gustaron mucho, pero intenté poner un comentario y no pude porque me salía lo de verificar que soy humana con los números pero no se me veía el espacio para introducirlos, probé con Chrome y Explorer pero con ninguna de los dos pude, debe ser cosa del formato del blog que no se me ve bien o algo :/
EliminarMe encanta tu nueva gráfica, porque así disfrutamos aún más con Hijos de Édora.
ResponderEliminarQué pena cuando Thaerion se vaya, y la pobre Alidaen se vea sola... Menos mal que Lehman sabe toda la verdad e impedirá que esos dos cerdos vuelvan a propasarse con ella.
Zoe llamó a Thae, yo pensaba que igual no lo haría. La verdad es que Dean está super bien caracterizado, su cara da verdadero asco...
Los gestos y las poses fantásticas, la ambientación fenomenal y como siempre hasta el último detalle (me resaltó la media rota de Ali al llegar a su casa).
No pude leer antes porque he andado muy liada y quería reservar para su lectura un buen momento para disfrutar de el capítulo como debe ser. Ahora toca esperar para el siguiente, pero lo bueno se hace esperar.
Que lo pases bien de viaje guapi, besos!
¡Hola Mary! ¡Que alegría leerle!
EliminarLa tarjeta realmente es la misma, y me va a tirones el juego...pero la verdad es que el cambio de gráficos se nota gracias a los archivos que me bajé para mejorar las texturas ^^
Y si que da penita, sobre todo porque ya sabemos lo que pasará después (al menos parte), pero al menos vuelven a encontrarse...que es lo importante.
Jajaja es cierto lo de Dean, le puse una cara de sim que realmente diesen ganas de pegarle, y creo que no quedó del todo mal xD
Muchísimas gracias por tus palabras guapa, en este capítulo tuve que hacer bastantes poses ya que no tenía ninguna que me sirviese, así que me anima mucho que lo comentes!
Un beso muy grande, y yo también quedo a la espera de leer el siguiente de tu blog, ¡que ya le tengo ganas!