(PRIMERA PARTE)
(Hogar de los Lehmann)
- Si…hablaré con ella. Pero por favor señora Fairchild, deme algo de tiempo, estoy seguro de que ella es ino…No, no digo que su hija sea una mentirosa. No… – después de varias interrupciones teniendo que escuchar la diatriba al otro lado del teléfono Herald se puso serio – Mire, le voy a ser sincero…conozco a Alidaen y me parece muy sospechoso que accediese a ir a su sótano sola con esos tres muchachos, así que si no quiere que investigue a fondo todo este asunto y destape al “bueno” de su hijo más le vale que a ella la mantenga lejos de los servicios sociales. Si, perfecto. Vale, pues creo que ya está todo claro. Que pase un buen día señora Fair...
Colgó.
Herald profirió un suspiro cansado y se dispuso a marcar el número de teléfono de Alidaen, pero su esposa le interrumpió entrando en su despacho. Había oído todo desde la otra línea.
- Te dije que esa niña traería problemas...
- No lo entiendo – admitió mirando confuso el teléfono - Alidaen es una buena chica.
- Se pasea desnuda delante de todo el mundo, se comporta como un animal salvaje golpeando a los desconocidos con piedras, correteando por el bosque y trayendo a casa todo tipo de bichos. Nos engaña diciendo que se va a quedar a estudiar en casa para ir a esa fiesta y se va a un sótano con tres chicos para hacer tú ya sabes qué… ¿y sigues diciendo que es una buena chica?
- No creo que eso sea verdad, debe haber una explicación. Ella es demasiado inocente y han podido...
- ¡Deja de dar la cara por ella! ¡No sabes nada de esa muchacha! – gritó furiosa - ¡golpeó a la hija de los Fairchild! ¡Y su hermano está en el Hospital por su culpa! ¡ese amigo suyo podría haberle matado si no lo hubiesen interrumpido!
“El Laremion…”, notó cómo sus puños se crispaban al pensar en esa familia. Le había pedido que no se acercase a ellos, le advirtió que eran peligrosos. Y ahora por culpa de su desobediencia su futuro corría un grave peligro.
Puede que él sólo intentase defenderla de esos chicos, de hecho estaba seguro de que ni Dean ni el resto tenían buenas intenciones aquella noche. Pero maldita sea… ¡ese joven podía haberlo matado de una paliza!
Todo apuntaba a que él era el culpable de lo ocurrido y si lo relacionaban con Alidaen estaba perdida. Por si fuera poco ella había atacado a esa niñata, y la influencia de los Fairchild en el pueblo era demasiado grande como para dejar pasar un tema así.
Herald temía que los servicios sociales se la llevasen y la expulsaran del instituto. Que la apartasen de su lado justo cuando pensaba que el destino había vuelto a darle una nueva oportunidad de ser feliz. A ambos…
Quería a esa muchacha, y por mucho que se empeñase en negarlo lo que sentía por ella no era sólo un sentimiento paternal y protector. Y le recordaba demasiado a su Lithiel como para poder ignorarlo.
Sabía que aquello estaba mal, y nunca permitía que sus sentimientos se interpusieran a su razón y su matrimonio, pues quería y respetaba a su esposa Isabelle por encima de todo. Pero aun así no podía evitar sentir la necesidad de velar por Alidaen y hacer lo posible para mejorar su futuro hasta que estuviese preparada para volar sola.
Pero ahora los recuerdos del pasado volvían a atormentarle amenazando con repetirse. Y todo por culpa de otro Laremion.
- ¿Qué piensas hacer? – preguntó su esposa con los brazos en jarras.
Había vuelto a quedarse absorto y sabía que Isabelle odiaba cuando lo hacía.
- Hablaré con Alidaen.
- Lo harás delante de mí – le advirtió. Herald arqueó una ceja imaginando el rumbo que tomaban sus sospechas, pero ella se excusó enseguida. Sabía que Isabelle nunca admitiría estar celosa – yo también tengo unas cuantas cosas que decirle a esa cría.
- Está bien, pero sé comprensiva, por favor. Ha debido pasarlo muy mal en esa fiesta para llegar a eso.
- No tienes ni idea de cómo son las jovencitas de hoy en día. Sigues pensando que son ingenuas y pudorosas como en nuestros tiempos, pero te equivocas.
Herald echó un vistazo atrás.
Sus tiempos eran muy distintos a los que vivían los humanos en ese mundo. Pero habían pasado muchos años desde aquello, y los recuerdos a veces se tornaban borrosos. Salvo cuando pensaba en ella.
- ¿Me estás escuchando?
- Si. Mañana hablaremos con Alidaen – se acercó a su esposa y posó un beso en sus labios, intentando borrar el constante gesto ceñudo de su rostro – ahora volvamos a la cama, son las dos de la madrugada.
Pero ella no pensaba darse por vencida. De las tres esposas humanas con las que había compartido su vida, Isabelle era la más cabezota. Y la que más ternura le inspiraba.
Era una mujer admirable y fiel, con una fe inquebrantable. Pero con bastante mal genio y desconfiada hasta la médula.
Aun así, en los casi veinte años que llevaban casados ni siquiera se había preguntado porque él seguía teniendo el mismo aspecto que cuando se conocieron. Era muy ingenua a pesar de querer llevar constantemente la razón. Creía que lo sabía todo, pero había demasiadas cosas que se escapaban de su comprensión.
- ¿No vas a ir al Hospital a ver al chico?
- No creo que ese crío merezca mi insomnio, y tampoco el tuyo, Isabelle. Ahora vuelve a la cama, mañana será otro día.
***
A pesar de la gentileza de su sonrisa, había algo en su esposo que le hacía obedecer cuando la miraba de esa forma: Una fuerza y un aura de autoridad que le resultaba abrumadora, que le atraía de una forma inexplicable y la convertía en una persona sumisa y servicial, cuando nunca antes había permitido que nadie le diese órdenes.
Aun recordaba la primera vez que lo vio.
Llevaba tanto tiempo sumida en sus rezos que al levantar la vista y encontrarlo de pie ante el altar creyó ser testigo de una aparición. Su recompensa por tantos años de fervor y fe inexpugnable. La visión de un ángel, de un santo…
Pero la ilusión pasó enseguida, en cuanto se dio cuenta de que era un hombre de carne y hueso como cualquier otro, y sólo había acudido a la Iglesia movido por la curiosidad.
Lo supo más tarde, claro está. Cuando después de coincidir varias veces en la Iglesia él decidió acercarse para preguntarle qué era lo que les hacía creer a las personas que acudían a ese lugar que sus oraciones estaban siendo escuchadas.
Normalmente habría desdeñado su pregunta si no hubiese visto un verdadero interés en su respuesta. No parecía del tipo de personas que rechazaban la religión por ser algo que no pudiese demostrarse con hechos científicos, sino alguien que no entendía del todo el significado de la palabra fe, y estaba realmente interesado en descubrirlo.
No le importó hablarle de su religión y de su Dios, el único que existía según la Biblia. Y fue agradable poder compartir con alguien como él tantas horas de debates teológicos. Contrarrestar a sus respuestas filosóficas con pasajes bíblicos aprendidos al dedillo. Y poco a poco su amistad fue convirtiéndose en algo más hasta que un día, sin venir a cuento, Herald le pidió matrimonio y se casaron en esa misma Iglesia.
No pudo negarse, amaba a aquel hombre con locura.
Pero a pesar de todo, nunca se sintió correspondida por culpa de esa tal Lithiel que se negaba a olvidar, que incluso muerta siempre estaba presente en sus vidas. En medio de todo.
Hasta la llegada de esa mocosa rubia, que ni siquiera era mayor de edad pero que ya era capaz de encender la mirada de su esposo del mismo modo que lo hacía Lithiel cuando hablaba de ella.
¿Cómo se atrevía a provocar a un hombre casado de esa forma? ¿A burlarse de ella cuando le había abierto las puertas de su casa?
Si no fuese porque Herald la tenía bien vigilada y no le dejaba meterse en su vida, ya le habría metido en vereda hace mucho tiempo.
- ¿Estás bien, cielo?
La voz de Herald hizo que abriese los ojos de golpe. El dormitorio estaba a oscuras y solo veía su silueta recortada bajo las sábanas, a su lado.
- Si ¿Por qué?
- Porque haces ruidos raros con los dientes y no puedo dormir.
- Oh, así que ahora interrumpo el sueño del marqués – contestó dándole la espalda molesta.
Herald apoyó su peso en el codo y la miró en silencio unos minutos antes de volver a hablar.
- Eres mi esposa, Isabelle. Sea lo que sea lo que estés pensando...no debes dudar de mí, ni de mis sentimientos hacia ti.
Isabelle se hizo la dormida, molesta porque siempre parecía saber lo que pensaba.
¿Pero cómo no dudar de él si cada día se mostraba más distante? ¿Si después de tantos años de matrimonio nunca le había dicho que la amaba? Y justo cuando empezaba a acostumbrarse a su falta de entusiasmo, a aceptar que ella nunca podría hacerle olvidar su pasado y que su esposo era un hombre atormentado, aparecía esa cría estúpida para hacerle ver lo equivocaba que estaba al respecto.
A restregarle en sus propias narices lo fácil que era para ella hacerle sonreír y demostrarle lo inútiles que habían sido todos sus esfuerzos a lo largo de todos esos años.
Como toda mujer necesitaba sentirse querida, saber que su esposo la encontraba atractiva y no prefería a una mocosa rubia antes que a ella. Pero cada día tenía más dudas al respecto.
- Hace tiempo que no me tocas – murmuró notando sus mejillas arder después de soltar aquella frase.
Herald sonrió para sí mismo y la miró con cariño. Y sin decir nada comenzó a desvestirla y besarla de forma apasionada.
Isabelle recibió gustosamente sus atenciones, y aunque sólo fuese por una noche decidió crear una pequeña tregua entre ellos, dejando al margen sus sospechas para entregarse a él sin reservas.
Puede que fuesen sólo ilusiones, pero aquella noche bastó para sentirse de nuevo como la única mujer de su vida y revivir aquella llama que creía extinta en su marido.
Y por una noche desde que Alidaen llegó a sus vidas, durmió feliz y sin preocuparse porque esa niña estropease su matrimonio.
Sólo faltaba que los servicios sociales se la llevasen de una puñetera vez para que todo volviese a ser como antes.
***
A pesar de todo, Alidaen había dormido de un tirón aquella noche. Estaba agotada. Había pasado mucho miedo en esa fiesta y no quería ni pensar en lo que podría haberle ocurrido de no haber llegado Thaerion a tiempo.
Las historias de Isabelle le acompañaron durante toda la mañana, aunque de una forma bastante distinta a las originales por culpa de su imaginación y falta de atención a los detalles. Historias sobre mujeres que eran despojadas de su virtud (según sus palabras), por culpa de una serpiente y algo sobre el pecado original. Suponía que la serpiente debía ser algún tipo de metáfora que usaban para no decir pene, pero nunca quiso preguntar sobre ello por si le soltaba un bofetón. El caso es que si no había entendido mal, las mujeres eran las culpables por tentar a los hombres con una manzana.
- Pero si yo no tenía…- lo pensó - ¿se referirá a los pechos? Ufff…- resopló – la Biblia es casi tan complicada como las personas.
Después de aquellos pensamientos tan "profundos" y temer haber cometido algún pecado al pensar en la palabra prohibida, Alidaen decidió llamar a Herald a su casa. Necesitaba escuchar su voz, él siempre conseguía tranquilizarla.
La señal de llamada sonó cinco veces antes de que contestasen por la otra línea.
- ¿Si?
- ¿Señora Lehmman? ¿Puedo hablar con Her… - rectificó al recordar que no le gustaba que le llamase por su nombre de pila – con el señor?
- Ahora mismo está ocupado – contestó cortante.
- Entiendo – Alidaen miró preocupada el teléfono, la voz de Isabelle sonaba más molesta que de costumbre - ¿Cuándo podría hablar con él?
La escuchó resoplar por lo bajo.
- Le diré que te llame en cuanto pueda.
- Gracias seño…- colgó – …ra.
Suspiró y se sentó sobre la cama a esperar, pero pasaron unos minutos y el teléfono no sonó. El perrito seguía dormido encima de la cama, le había dado leche y agua e intentado que comiese algo más sólido pero aun era muy pequeño. Lo mejor sería que volviese con su madre pero igual creían que ella había robado el cachorro.
Más tarde alguien golpeó la puerta de forma insistente.
Al abrirla encontró a un hombre bajito y rechoncho vestido con el uniforme de la policía de Riverview. Mascaba un palillo de madera mientras se apoyaba en la pared con una pose algo ridícula.
- Alidaen ¿no?
Alidaen le echo un vistazo de arriba abajo, no era mucho más alto que ella, por lo que tardó poco en examinarlo.
- Si, soy yo ¿puedo ayudarle en algo?
El policía escupió el palillo al suelo y la miró expectante.
- ¿Puedo pasar? – hizo un gesto hacia el interior con la cabeza.
- S-si…claro.
Ya no se fiaba de nadie, pero por lo poco que sabía, los polis se encargaban de proteger a los ciudadanos y hacer preguntas sobre asesinatos, desapariciones, y todas esas cosas que había visto en las películas. Aunque los de su pueblo solían hacer cosas más normales como dirigir el tráfico, poner multas o comer pastas. El marido de la señora Rancia era policía y siempre tenía una excusa para entrar en las reuniones de su esposa y llevarse unos cuantos dulces de paso. Era un hombre amable y muy simpático, siempre le había caído bien.
Seguramente este compañero suyo fuese también una buena persona.
- ¿Quiere tomar algo? – preguntó ofreciéndole asiento.
- No voy a quedarme mucho tiempo – contestó sentándose.
Alidaen iba a sentarse enfrente de él cuando la interrumpió.
- Aunque un vaso de agua si me tomaría.
Se levantó y fue a la cocina a por agua. Mientras tanto el policía echo un vistazo a la casa.
- Bonita choza.
- Gracias – le tendió el vaso de agua y volvió a sentarse.
- Algo dulce igual si me tomaría, me suelen dar bajones de azúcar y ya sabes como son esas cosas.
Volvió a levantarse y buscó un bote de galletas. Antes solía prepararlas con su abuela pero ahora las compraba en cajas y no se pasaba horas en la cocina. El policía agradeció el detalle y después de hacerle levantarse un par de veces más, fue al grano.
- Estamos haciendo unas cuantas preguntas a algunos chicos sobre la fiesta que hubo anoche en la casa de los Fairchild, me han dicho que estuviste allí.
- Si…
Alidaen juntó las manos en el regazo y se preparó para lo que viniese. Pero el policía parecía bastante tranquilo.
- ¿Puedes contarme lo que pasó?
No quería hablar de ello, le avergonzaba lo ocurrido y tampoco quería que Thaerion quedase envuelto en todo aquello. Pero ¿qué sabían? Y ¿qué podía hacer ella para que él no quedase como el malo de la película? Quizás confesando que él había intentado protegerle de aquellos chicos se librase de una buena bronca, al fin y al cabo Dean y los demás eran los verdaderos culpables de todo.
- Dean es un capullo – soltó entre dientes, pensando en voz alta.
El policía se quedó mirándola y se echo a reír ante la anonadada mirada de la chica.
- Si, me han dicho que el chico bebió más de la cuenta, pero le han dado una buena paliza. Lo que quiero saber es qué sabes tú del responsable de aquello.
Alidaen le miró a los ojos.
- Dean es el único responsable, se merecía lo que le pasó – contestó cortante.
- Jovencita, nadie merece una paliza así. Al menos sin motivos – esto ultimo lo murmuró por lo bajo para que no la escuchara, pero Alidaen tenía un buen oído.
Motivos tenía de sobra, de haber podido ella habría hecho lo mismo, al menos ganas no le faltaban.
- Mira, sé que la cosa es aun reciente y no te apetece hablar de ello, – el policía decidió sincerarse con ella y tratar de tranquilizarla un poco – pero he escuchado rumores sobre lo ocurrido y mi deber consiste en averiguar qué ocurrió exactamente para que ese chico acabase en el Hospital. De momento sus padres no han denunciado la agresión…por lo que sólo estoy aquí de paso. Pero sabes que este es un pueblo pequeño y que todo se sabe tarde o temprano.
Ella bajó la mirada pensativa. Estaba a punto de confesar cuando alguien más entró en casa aprovechando que la puerta estaba abierta.
- Entonces será mejor que vuelva si se lleva a cabo dicha denuncia, sheriff Rhodes – sugirió Herald.
- Lehmman – el hombre se levantó como si tuviese un resorte en el culo, Alidaen se había dado cuenta de que la gente solía reaccionar así ante la presencia de Herald – está bien, ya nos veremos, supongo.
El policía se despidió amablemente y con cierto nerviosismo, no sin antes agradecer a Alidaen su hospitalidad. Al cabo de unos minutos, los dos se quedaron a solas. Su gesto sereno desapareció al cerrarse la puerta.
Música: RED - Pieces
- ¿Estás bien Alidaen? – preguntó dando un paso hacia ella.
No parecía molesto, pero si muy preocupado. Sus ojos verdes la observaban con atención en busca de alguna herida visible, dándose cuenta al ver el gesto de la joven que éstas eran solo internas, pero mucho más graves de lo que pensaba.
A veces tenía la sensación de que Herald podía ver en ella cosas que los demás eran incapaces de advertir.
- ¿Te ha tocado alguno de esos niñatos?
Se mordió el labio inferior intentando reprimir las lágrimas. Había tenido suerte, mucha suerte. Y cuanto más recapacitaba sobre lo ocurrido más consciente era del peligro que había corrido en aquel sótano por culpa de su ingenuidad.
- Lo siento…- Alidaen se abalanzó sobre él, aferrándo las manos a su espalda mientras sollozaba y le pedía perdón por haber sido tan estúpida – siento haberle engañado, yo sólo quería…solo quería…
- Alidaen…
Herald abrió los ojos sorprendido. Era la primera vez que ella le abrazaba de esa forma, y aquel gesto lo desarmó. Haciéndole sentir una ternura hacia ella que borró al instante su enfado y su miedo a perderla.
En el tiempo que la conocía siempre habían mantenido las distancias entre ellos, a pesar de que a veces había gestos que demostraban el aprecio mutuo que sentían. Pero aquel abrazo expresaba mucho más que cualquier otro, en ese abrazo por primera vez ella le confesaba su necesidad de ser protegida, de querer que velase por ella.
Tampoco pedía nada más, era mucho más de lo que había esperado tras perder a su primera esposa. Y viviría para cumplir aquella silenciosa promesa, para protegerla y resarcir los pecados del pasado.
No había podido proteger a Lithiel, su único amor, pero en aquella ocasión daría la vida si hiciese falta por mantener a salvo a esa pequeña ninfa de todo aquel que pudiese dañarla.
- Tranquila, todo irá bien – susurró acariciando su pelo con suavidad.
- Herald…
Él la estrechó con más fuerza, sintiéndose dichoso al escuchar su nombre sin ningún título o apellido falso delante. Simplemente su nombre.
- ¿Si? – preguntó con un nudo en la garganta.
- Por favor, no me deje sola.
- Nunca. Te lo prometo.
Alidaen suspiró aliviada.
Muy buen capi! me ha encantado ^^ me rei mucho con lo de la serpiente xD y el policia xD jajaja
ResponderEliminarQue tengas unas bellas vacaciones guapa! no olvides de traer fotos jajaja
un beso!
¡Me alegra que te hiciese gracia el capi Mexe!
EliminarY gracias ^^ ya me queda menos para volver ;)
¡Besazos!
Sabía que con Herald iba a pasar algo, tal y como dije en el mp que te mandé por CS no me esperaba esto, pero sabía que algo pasaba raro.
ResponderEliminar¿Lithiel? Ahora queda averiguar una cosa muy importante ¿Quién es Lithiel exactamente? XD
Has puesto música de red *.* ese grupo me encanta, es uno de mis preferidos. Yo estoy reservando el tema "Nothing and Everything" para un capítulo.
En fin. Me ha encantado, y las poses de la última y la penúltima foto son super tiernas.
Espero el siguiente capítulo con impaciencia.
¡Hola Alexia!
EliminarSi, algo raro había detrás del personaje de Herald, aunque aun quedan cosas por saber veréis que en el próximo relato se habla un poquito más de esto.
Sobre Lithiel de momento sabemos que era la esposa de Herald, lo que no se sabe es qué pasó con ella y si tiene algo que ver con Alidaen. A ver si pronto aclaro este punto xD
Y RED lo descubrí hace poco por esta canción que me gustó mucho y escuché en un vídeo, tiene temas que me encantan y tengo guardados para otros capítulos. Sus letras quedan genial en la historia. La de Nothing and Everything es muy bonita también, no la conocía.
Muchas gracias guapa, me alegra que te gustase. Y las poses las hice yo lo que pasa es que están ajustadas para cuerpos de adultos y tuve que hacer trucos para que no se viesen demasiado desajustadas con Herald adulto y Alidaen adolescente xD
Besazos guapa, a ver si cuando vuelva me pongo enseguida a sacar las imágenes del siguiente capi!
Tíiiiiiiiia no sabía que te iba red^^ buah ahora hay que saber quien es esa Lithiel aunque me hago una idea (creo) y me resulta morboso si creo que lo que es, pero bueno, es mejor para ella que la cuiden un poco, aunque la esposa no tardará en cagarla para "salvar" a su matrimonio y meter a Alidaen en los servicios sociales. Menudo guarra jajaja
ResponderEliminarMe ha encantado el capítulo nena^^! Ten unas buenas vacaciones que estoy impaciente de que vuelvas con más historias^^!
PD: He aprobado este examen ^^**^^
Jijiji es otro de los grupos que descubrí hace poco, pero si que me gustan ^^
EliminarHay que ver con Lithiel, os tiene a todos intrigados jajaja aunque realmente no hay tanto secreto detrás de ese personaje, era la esposa de Herald y al parecer se parece muchísimo a Alidaen (ya veremos porque), por ese motivo Herald suele ver a su esposa reflejada en ella. Lo misterioso es qué pinta ella en los sueños de Thaerion :?
Y Isabelle la pobre...bueno si que es algo guarra xDDD al igual que Herald es un matrimonio inspirado en la novela y del que se habla un poco casi al principio. Lo que pasa es que he tenido que modificarlos bastante para ajustarlos a un mundo más realista, en Édora es incluso peor jajaja
¡Gracias nena! Yo estoy deseando poder subir el siguiente!
PD: ¡¡¡ENHORABUENAAAAA!!! Ya te queda uno menos preciosa, ¡¡ánimo con los siguientes!!
U.U que lindo.... y que policia tan.... Molestoso jejeje, me encanta Herald es tan paternal y protector, ojalá no se deba a algo mas que cariño porque se vendría algo bien feo
ResponderEliminarJijiji el policía es majo, pero ya que puede aprovecha para pedir xD Y bueno sobre lo de Herald no digo nada para no adelantar las cosas, ya veremos qué pasa y si hay motivos para preocuparse ;) ¡Besazos preciosa!
EliminarMe encantan los relatos de Golpes del Destino =D
ResponderEliminarAsi que Herald no es humano tampoco? :O tambien es de Édora?
Ya quiero saber mas sobre Lithiel todo ese asunto me tiene intrigada!! >.<
Pobre Alidaen esta muy dolida por todo lo que le paso, que bueno que tiene a Herald
lastima que tenga a esa esposa que la trata mal a Ali, no se, no me cae bien por mas que actue asi
porque esta celosa no me agrada su actitud u.u
Ese policia ya se estaba aprovechando xD primero un vaso de agua, luego algo dulce jeje
En fin, espero ir enterandome de mas cosas porque cada dia se pone mas y mas interesante =D
Besos y que disfrutes tus vacaciones! ^^
¡Que bien que te gusten Josefina! A veces me da la sensación de que se hacen demasiado pesados, ya que quería que durasen menos y con la tontería se me están alargando mucho xDDD a ver si los termino de una vez y empiezo otros que ya tengo ganas jajaja
EliminarHerald también es de Édora, en el siguiente capítulo sabréis por fin lo que es, aparte de quizás descubrir alguna cosa más que he dejado caer con anterioridad ^^ Lo de Lithiel en cambio tardaremos un poco más en descubrirlo >_<
Y si, Ali la pobre empieza a darse cuenta de las cosas, lo bueno de esto es que le servirá para en el futuro no fiarse de cualquiera. Ya veis que la Ali del presente es mucho más desconfiada y aquí más o menos se explican los motivos.
Es cierto que Isabelle por mucho que tema por su matrimonio no actúa demasiado bien, pero es lo que pasa cuando dejas que sentimientos tan perjudiciales como los celos te afecten tanto, ya veremos qué ocurre con ella.
Gracias preciosa y ya verás como en el siguiente te enteras de más cosas ^^ ¡Un besazo!
El palillito del policía... si es que te preocupas de todos los detalles, hasta de personajes secundarios... Como siempre una maravilla.
ResponderEliminarY lo de Herald, ni lo sospechaba. Además me he fijado en sus orejas y no parecen en punta, pero por su aspecto general sí parece otro elfo, quizá el padre de Ali?... Ahí lo dejo xD.
Como siempre, una maravilla.
Esperando al siguiente con ganas de ver qué sucede.
Saludos!!
Jajaja está dibujado a lo cutre con PS xDDD
EliminarSobre lo de Herald te diré que no eres la primera que lo piensa xDDD pero bueno ya veremos, y sobre las orejas realmente no importa ya que Ali las heredó por parte de su madre, al igual que Lande.
¡Muchas gracias guapísima! ya tengo ganas de subir el siguiente ^^
¡Besotes!
Ay que lloro ;-;
ResponderEliminarOye, el policía se estaba aprovechando, ale a pedir cosas >.< así está de "rellenito"... xDD
Me ha encantado este capi :3 y felices vacaciones! >.<
Jijiji ¡no llores YuuKii!
EliminarBueno el poli se aprovecha si, pero sólo un poquito xD con eso de ser la autoridad no le hace falta ni comer en casa xDDD
¡Gracias guapo! Un besooo ;***
¡Hola! Sí, aun sigo viva xD. Estoy en plena mudanza y es un asco. Espero que lo estes pasando genial en tus vacaciones ^^. ¡Ya nos contarás!
EliminarMe puedo imaginar lo que es Herald… Otra cosa es que me equivoque xD. Al ser de Édora y rubio, bueno, creo que ya se puede saber lo que me puede pasar por la cabeza xD. Con lo del policía al principio me mosqueé un poco, pero al final resultó ser gracioso. Me ha gustado mucho el relato, le ha arrojado mucha luz, y alguna que otra sombra, a Herald. Lithiel cada vez que sale me deja más con la duda T.T. La música genial, como siempre. Y la última imagen del relato es muy tierna *.*. Un besazo.
Lily.
¡Hola cielo!
EliminarPues ya acabo de volver de las mini vacaciones y estoy un poco "descolocada" aun, ¡tengo tantas cosas pendientes que no sé ni por donde empezar! Espero que la mudanza esté siendo lo menos pesada posible y por lo menos te sientas instalada pronto, a ver si mañana tengo un ratito libre y te cuento ;)
Ummm veo que empiezan las sospechas sobre Herald, veremos si son acertadas o no jajaja El poli no tenía malas intenciones, pero bueno era algo plasta, nada que no se pueda llevar con unos cuantos donuts por la despensa xD
Un beso preciosa y me alegra que te haya gustado, veremos si en el siguiente se aclaran un poco más las cosas sobre Herald!
me emocioné mucho con este capítulo, supongo que soy una más que piensa que es el padre. bueno sea lo que sea, cuando me acuerdo que Alidaen en la actualidad no lo tiene cerca me pone triste :'(
ResponderEliminarun beso enorme! y que la estés pasando muy lindo con tu familia ^-^
Jajaja pues Milk no eres la única que lo piensa xDDD pero si, da penita saber que en la actualidad le falta el apoyo de Herald, fue alguien muy importante para ella :(
EliminarBesos preciosa, y gracias!! lo he pasado muy bien, ya echaba en falta estar en el sur ^^
Me acabo de leer cinco episodios, puesto que los tenía atrasados y no me había percatado de que fueran tantos.
ResponderEliminarLa verdad es que me han gustado mucho y me han mantenido en suspense y tensión (que malos son estos pijos ... :P). Me ha sorprendido lo que intuyo de Herald (y también imagino que Lithiel), qué cosas!
¿Qué tal esas vacaciones? ¿La family bien?
Besos.
¡Hola Athor! *.*
EliminarSi ultimamente he andado alternando entre relatos y serie y más o menos los llevo a la par, me alegra que te hayan gustado. No sé lo que intuyes sobre Herald pero conociéndote seguro que vas por buen camino xDD en el siguiente ya se sabe claramente lo que es, a ver si no tardo mucho en subirlo ^^
Las vacaciones han ido genial, cortitas pero muy bien, ya tenía ganas de ver a la familia. Y la familia también está muy bien, como locos todos con el peque jajaja ¡muchas gracias por preguntar! ¡Un beso enorme!
Bien ya me los he leido todos e.e porfin, ya estoy al dia
ResponderEliminarJajaja gracias por leer los relatos, me alegra que te hayas tomado tu tiempo para hacerlo ya que cuentan bastantes cosas que en la serie sólo se saben de pasada.
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