(SEGUNDA PARTE)
Música: Fireside Dance (OZ OST)
Me ponía enfermo verla allí
arriba y no poder tocarla. Como una hermosa joya expuesta para que todo el
mundo la contemplase y disfrutase de su belleza, tan sólo podía admirarla en
silencio y compartir esa deliciosa visión con decenas de pares de ojos de
desconocidos, cuyas miradas ensoñadoras y sonrisas apaciguadas mostraban que
aquello que veían y escuchaban era de su agrado.
¿Por qué tenía que cantar como
los puñeteros Dalar? Hacía que me entrasen más ganas de hacer cosas perversas
con ella. Aumentaba mi sed, y eso sólo quería decir que aun no estaba preparado
para estar a su lado.
Tenía que seguir manteniéndome
alejado, pero trabajar en el mismo lugar no ayudaba demasiado. Empezaba a
preguntarme si Serpiente no había previsto
todo esto desde un principio y me había arrastrado directamente a una trampa.
Pero fuese como fuese mi deber era hacer mi trabajo, y prefería ser yo el
encargado de tenerles vigilados antes que cualquier otro agente de las Sombras.
Y para ello debía ganarme el
favor de Lande y el resto de miembros de Shelüne.
No me sorprendió mucho al ver al
rubio tocar junto a los músicos que la acompañaban (pues ese se apuntaba a un
bombardeo), pero si lo hizo el comprobar al verlos tan cerca lo parecidos que
eran, y no sólo por las orejas terminadas en punta. ¿Era Lande una especie de
“ninfo” o algo parecido? Que yo supiese sólo existían mujeres en su raza.
Pero bueno, lo cierto es que
siempre supe que el chico era para echarle de comer aparte, tampoco me
extrañaría que fuese una excepción.
Al terminar el espectáculo, el
público se quedó en silencio durante unos instantes, y Alidaen miró a Ángela,
de pie junto al escenario, con gesto algo nervioso. Sin saber muy bien si eso
era una buena o mala señal.
Pero en cuestión de segundos los
aplausos y vítores comenzaron a llenar el recinto recordándome una vez más
aquella época casi olvidaba por mi maltrecha memoria.
Desde mi rincón, aparté
brevemente la vista de la sonriente ninfa para recorrer el interior del recinto
con detenimiento. Aquel lugar parecía un fragmento de mi propio mundo, aunque
lleno de mucho más colorido y luz, como si lo hubiesen trasladado desde la
verdadera Édora para compartirlo con los habitantes de Bridgeport.
No era sólo un decorado, y lo
supe porque era capaz de sentir la magia que irradiaba el lugar. ¿Un
encantamiento quizás? ¿Ilusionismo?
De ser así…debería haber al menos
un usuario de la magia lo bastante poderoso como para sumergir a tantas
personas en el engaño. Y probablemente se trataba de la misma persona (o
personas), que tenían el edificio protegido de vampiros, tal como me había
advertido Serpiente.
Magos, ninfas, indios sospechosos
y…Lande. No estaba mal para empezar, aquel lugar era una verdadera caja de
sorpresas, y yo era la persona indicada para descubrirlas. Estaba deseando
empezar.
-
¡Enhorabuena
Alice, has estado estupenda!
Las exclamaciones de sus
compañeros detrás de los cortinajes color granate del escenario me hicieron
volver a prestarles atención.
Me acerqué en silencio y vi como
Violeta abrazaba a Alidaen y el tal Francessco se acercaba con un ramo de
flores y una estúpida sonrisa en la cara.
-
S-son
para ti…de parte de tod…
-
¡Francessco
las ha elegido! – interrumpió la pelirroja - ¿no son preciosas?
-
M-muchas
gracias…no sé qué decir…
-
No hace
falta que digas nada, sólo acéptalas.
La tímida mirada de Alidaen y el
rubor de sus mejillas hizo que el celoso que había en mí volviese a agitarse en
mi interior, pero no me costó ignorarle. Yo estaba por encima de toda aquella
mierda. Incluso cuando ella se inclinó hacia él para besarle en la mejilla me
limité a obviarlo.
Era demasiado tonto para
aprovechar el momento y besarle como dios manda, el pobre no tenía nada que
hacer contra mi encanto.
Y aunque fuese una locura pensaba
acercarme a ella esa noche, aunque sólo fuese para volver a escucharla y
pedirle perdón por mi comportamiento.
***
Había sido un éxito…la gente
había disfrutado con mi espectáculo…¡y no me había caído ningún huevo! (menos
mal, porque había unos cuantos en los puestos de comida y los de atrezzo son
como piedras).
Las piernas me temblaban como un
flan cuando bajé del escenario y me dirigí a la parte trasera, donde me
esperaban el resto de compañeros para darme la enhorabuena.
Ángela y Violeta estaban
pletóricas, y hasta Nadia, que no era demasiado efusiva, se acercó para darme
un abrazo de felicitarme por lo bien que lo había hecho.
-
No está
nada mal para ser tu primera actuación.
-
¿Qué no
está nada mal? ¡Los ha dejado boquiabiertos!
Violeta y sus
exageraciones, como siempre.
-
La verdad
es que nos has sorprendido a todos – añadió Ángela – sabía que podíamos confiar en ti.
-
Muchísimas
gracias chicas.
Lande, Giglio y un sonrojado
Francessco se acercaron al grupo, éste último con un hermoso ramo de rosas
amarillas que me entregó torpemente al llegar. Su tímida sonrisa y el brillo de
sus ojos hizo que el color de mis mejillas adoptase un tono parecido al suyo,
que se notaba aun más por mi palidez.
Las tomé algo avergonzada, sobre
todo por la penetrante mirada del grupo (que supuse que gracias a Violeta ya
tendría una buena crónica de lo de ayer) y se lo agradecí con un simple y
completamente casto beso en la mejilla.
Noté que más de uno resoplaba,
pero no les hice mucho caso. Sólo había sido un beso, aquello no implicaba que
tuviésemos una relación ni nada por el estilo, y mucho menos que tuviese que
airearla delante de todo el mundo. No sé que esperaban que hiciese.
-
En fin
chicos, será mejor que vayamos despachando a la gente ¡Es hora de cerrar! –
exclamó Violeta sacando de mala manera al resto de miembros de la zona para
dejarnos a solas – vosotros podéis
quedaros aquí, para charlar de vuestras cosas.
Nos guiñó el ojo
y se fue.
“Gracias Violeta, era justo lo que necesitaba en estos momentos…”, contesté
mentalmente.
-
En fin…-
fue lo único que se me ocurrió decir tras el incómodo silencio que quedó entre
nosotros.
-
Esto…estás
muy bien – soltó de golpe – quiero
decir…que has estado muy bien, ahí arriba digo. Y abajo también…(madre mía, lo
estoy arreglando) – murmuró algo apurado.
-
¿Tú
crees? No dejaba de temblar, espero que no se me haya notado mucho.
-
¡Que va!
Si parecía que llevases toda la vida actuando.
-
¡Oh
vamos! No hace falta que exageres como Violeta – contesté más animada.
-
No
exagero, y estás preciosa…- dio un paso más hacía mí y traté de prepararme
para lo que vendría luego, estaba claro que para él no había sido sólo un beso
y quería demostrarme que tenía más repertorio – te queda muy bien ese vestido.
¿Pero quería yo
saberlo?
Mi cuerpo reaccionó antes de que
mi cerebro llegase a contestar a esa pregunta, o al menos yo fuese consciente
de la respuesta.
Justo cuando sus labios estaban a
punto de rozar los míos para besarme llevé el ramo a mi nariz obligándole a
recular.
-
Mmmmm…que
bien huelen.
Francessco dio dos pasos atrás
tropezando con uno de los cables que había tirados por el suelo, y si no fuese
porque se agarró a la cortina se habría pegado una buena hostia contra el
suelo.
Tuve que dejar el ramo delante de
mi cara y aguantarme como pude para evitar que me viese reír. Estaba muy mono
cuando se ponía nervioso.
-
Lo siento
- me disculpé esbozando una inocente sonrisita – no sabía que querías…
“¡Falsa!
¡Mentirosa!”, gritaba mi conciencia.
-
N-no pasa
nada…no lo vi venir y…estoy un poco nervioso.
-
¿Nervioso?
¿Por qué?
“¿Y
tú lo preguntas?”
-
Bueno…es
por lo de anoche. No sé si para ti fue una cosa puntual o realmente sientes
algo por mí y deseas repetirlo. No sé cómo actuar…la verdad es que soy bastante
nuevo en esto.
-
Yo
tampoco es que sea una experta – confesé – pero…aun no sé si estoy preparada para dar un paso así. Me gustas,
Francessco, y lo de ayer fue genial pero…
-
Dos peros
en una misma explicación no deben de ser buenos – sonrió para hacerme ver
que estaba bromeando – no te preocupes
Alice, no voy a forzarte a nada.
-
Dejemos
que las cosas vayan surgiendo poco a poco y ya veremos qué pasa.
-
Pero no
quiero que esto estropee nuestra amistad.
-
No lo va
a hacer, pase lo que pase seguirás siendo la mejor compañía para ver pelis
gore.
-
Es todo
un honor saber qué he sido la elegida para tal empresa – hice una graciosa
reverencia (una de las cosas que aprendí estos meses) y volví a coger mi ramo –
ahora si me disculpas…iré a mi
habitación, tantos nervios acumulados y actuar para tantas personas me ha
dejado agotada.
-
Descuida,
y descansa - volvió a inclinarse hacia mí, pero esta vez para plasmar un
suave beso en mi mejilla, al que yo respondí – ya nos veremos mañana.
-
Buenas
noches.
***
La verdad es que no había ido tan
mal…Francessco era un chico encantador, y muy comprensivo. Un partido perfecto
si no fuese porque yo tendía a enamorarme de las personas más inadecuadas para
mí. O la persona, a veces me costaba pensar que se trataban de la misma.
Thaerion…¿Dónde se había metido?
Me había pasado toda la tarde buscándolo entre la gente, esperando encontrarlo
en el recital, incuso estando sobre el escenario. Pero no había ni rastro de
él, y la verdad es que me sentía algo decepcionada.
-
¿Vas a
volver a lo mismo, Alidaen? – me pregunté mientras dejaba las flores en un
jarrón sobre la cómoda de mi cuarto – Deja
de buscar fantasmas donde no los hay.
-
¿Tienes
por costumbre hablar sola? – preguntó una voz a mis espaldas - ¿O acaso lo haces esperando que aparezcan
esos supuestos fantasmas de los que hablas?
-
¡Joder!
Del susto volqué el jarrón de un
manotazo, tirando toda el agua sobre la mesa. Al darme la vuelta vi a Thaerion
cruzado de brazos mirándome con una curiosa sonrisa.
¿Desde cuándo leía mis
pensamientos? ¿Y por qué siempre se las apañaba para aparecer en el momento
oportuno?
-
¿Se puede
saber qué haces tú aquí? – pregunté con voz acelerada.
-
He venido
a felicitarte.
-
¿Felicitarme?
¿Por qué?
-
Por tu terrible
falta de destreza – suspiró al ver que me ponía como un tomate – por tu actuación mujer ¿Por qué va a ser?
-
¿Y vienes
a felicitarme a mi cuarto?
-
Exacto,
vengo a felicitar a la artista a su camerino.
-
Este no
es mi camerino, es el lugar donde duermo – contesté bruscamente – y tú no deberías estar aquí.
Tan cerca de mi
cama.
-
¿Acaso
quieres que me vaya? – preguntó acercándose lentamente con esa sonrisa que
me incitaba a cometer tantas locuras.
Trague saliva lentamente incapaz
de contestar a su pregunta, y entonces él paró de golpe, poniéndose más serio.
Noté que su acerada mirada se posaba en mi cuello unos segundos antes de volver
a centrarse en mis ojos.
Mala señal.
-
¿Cómo has
llegado hasta aquí? ¿Me has estado siguiendo?
-
Se puede
decir que sí.
-
¿Debería
sentirme acosada?
-
Deberías
sentirte de muchas formas, pero no acosada. Sólo buscaba el momento adecuado
para hablar contigo a solas, y aclarar lo que pasó aquella noche…
-
Aquella
noche no pasó nada – solté de golpe, sorprendiéndome a mí misma por la
rotundidad de mis palabras.
¿Qué no pasó nada, Alidaen? ¿Pero
en qué narices estaba pensando? ¿Tan molesta estaba por lo ocurrido que dejaba
que mi orgullo hablase por mí misma?
Él pareció sorprenderse
brevemente, o eso me pareció, porque en seguida volvió a su habitual calma. Y
su falta de emoción sólo sirvió para enfadarme aún más.
-
Yo diría
que aquella noche pasaron muchas cosas – contestó mirándome fijamente.
-
Pasó lo
que pasa cuando mezclas alcohol con mucho tiempo de secano.
-
¿Tiempo
de secano?
-
Sin mojar
– aclaré fingiendo una calma inexistente.
Gracias Violeta por tu
maravilloso y extenso uso del vocabulario sexual, acababa de dejarlo a cuadros.
Esta vez fue él quien tardó un par de segundos en reaccionar.
-
¿Me estás
diciendo que sólo fue cosa de un calentón?
Oh si, aquel golpe en su
endiabladamente enorme ego me dio alas para seguir zurrándole donde más dolía,
a pesar de que todo lo que decía era tan absurdo como falso. Pero qué
narices…estaba tan cansada de hacerle creer que mi mundo giraba en torno a él,
de lanzarme a sus brazos ciegamente para que él me pagase volviendo a
desaparecer…
Se lo tenía bien merecido.
-
Es
exactamente lo que estoy diciendo – me crucé de brazos para evitar que
viese mis temblorosas manos y pareciese que adoptaba una pose chulesca, como
aquella que tanto veía hacer a las mujeres seguras de sí mismas que aparecían
en la televisión.
-
Lo
siento, pero no te creo – respondió tajante – sé que estás dolida por lo que pasó, pero sé lo que vi en tu mirada
aquella noche…lo que veo ahora mismo en tus ojos. Y sé que aquello no fue sólo
sexo. Fuiste mía, Alidaen.
Sus palabras
me atravesaban con la misma fuerza que su mirada, y era incapaz de mantenerme
firme con ese par de ojos fríos y brillantes como la plata penetrándome como si
pudiesen ver dentro de mí misma.
-
Y lo
sigues siendo – susurró dando un paso más hasta llegar a mí.
-
¿Tuya…?
– el tono de mi voz sonó más agudo de lo que deseaba, por lo que tomé aire y
volví a arremeter con aquello que se me
daba hacer tan bien, decir gilipolleces - ¿Pero
de qué novela rosa has salido tú? Yo no pertenezco a nadie, y mucho menos a un
hombre que se tira a todo lo que se mueve y hace tratos con vampiros.
Si estaba dolido no hizo amago
alguno de hacérmelo saber, sólo guardó silencio sin dejar de mirarme y sin
pestañear. Así que seguí hablando, dispuesta a apartarlo de mi vida del mismo
modo que él aquella noche.
A patadas.
-
¿Te crees
que puedes aprovecharte de mí y largarte cuando a ti te apetezca? ¿Crees que
voy a lanzarme a tus brazos cada vez que te dignas a aparecer?
-
Yo nunca
me he aprovechado de ti…sabías perfectamente lo que hacías.
-
Estaba
siendo controlada por tus amigos, y borracha ¿Recuerdas?
La sombra de la culpabilidad
nubló por unos momentos su gesto, haciendo que su máscara cayese para mostrarme
su verdadera cara. Su dolor.
Pero éste no era comparable al
mío, por mucho que le dijese él no podría entender lo mucho que había sufrido
esperándole tanto tiempo, y lo mucho que me dolía que me hubiese olvidado.
Una vez más me dije a mí misma
que se merecía mi rechazo, aunque éste no fuese más que un método de defensa
para ocultar lo que verdaderamente quería y temía al mismo tiempo.
-
Lo
siento, fui un necio. Y me comporté como un imbécil. Pero sólo quería
protegerte – trató de explicarse utilizando un tono más humilde muy raro en
él.
-
Si
quisieras protegerme no me habrías dejado sola en aquel lugar en medio de la
nada y rodeada por vampiros.
-
No
pensaba permitir que te hiciesen daño, y no era de ellos de quien quería
protegerte.
-
Oh si,
cierto. Querías protegerme de ti mismo ¿no?
-
Exacto.
-
Entonces
dime qué haces aquí si eres tan peligroso.
Él volvió a
guardar silencio bajando la vista hacia sus puños.
-
No…no lo
sé – pronunció lentamente.
Parecía estar controlándose a sí
mismo, algo tenso y con la mandíbula apretada. Cuando volvió a mirarme el
extraño brillo que vi en sus ojos hizo saltar una alarma en mi cerebro que sólo
se encendía cuando corría peligro.
Mi instinto rara vez fallaba al
avisarme y por primera vez sentía miedo estando a solas con él.
-
No sé qué
demonios eres…pero sí que ya no eres el chico que conocí hace diez años. Y del
que me enamoré.
-
Ya te
dije desde un principio que nada tenía que ver con él – su voz sonaba
forzada y tirante.
-
Y ahora
más que nunca te creo.
-
Alidaen…-
susurró intentando acercarse más a mí.
-
Alice
– le corregí creando una barrera con mis manos, hasta que éstas rozaron su
camisa y él reculó como si quemasen.
-
Tanto tú
como yo sabemos que ese no es tu verdadero nombre.
-
Qué
sabrás tú de mí. ¿O es que sólo recuerdas lo que te interesa?
-
Sé más de
lo que piensas – noté un tono de advertencia en su voz.
-
Y yo
– contesté tajante – así que más te vale
que mantengas el pico cerrado si no quieres que te descubra a ti y a tus
amiguitos.
-
No son
mis amiguitos, y sabes que eso te perjudicaría sobre todo a ti. No voy a
permitir que hables.
-
¿Se puede
saber qué has venido a hacer aquí?
-
Ya te lo
he dicho, sólo quería disculparme.
-
Si claro,
y supongo que es simple casualidad que seas el nuevo cantante del grupo y hayas
llegado hasta Shelüne.
-
¿Insinúas
que estoy aquí por ti? – preguntó mostrándome una sonrisa irónica, al fin
volvía ser él mismo – pues lo siento
pero también fue una sorpresa para mí el verte dándote el lote con tu amigo en
la puerta de la Compañía para la que supuestamente voy a trabajar. Pero me
alegra ver que no pierdes el tiempo.
Perfecto, ya tardaba en sacar el
tema. La verdad es que me hubiese molestado que no lo hiciese, pues era una
clara muestra de que algo le había picado al verme con otro.
-
Perder el
tiempo no entra dentro de mis planes ahora mismo. Y ya veo que en los tuyos
tampoco, fuiste todo un caballero en acompañar a Violeta…- comencé a insinuar
echando más leña al fuego – seguro que
te quedaste con las ganas de tomar la última copa dentro de su cuarto. Que por
cierto, está al lado de éste – dije señalándolo con el dedo – por si quieres pasarte cuando te vayas.
Me dirigí hasta la puerta para
volver a dejar suficiente distancia entre nosotros y mostrarle sutilmente la
salida, y desde allí le dediqué una sonrisa triunfante.
Thaerion entrecerró los ojos y
cruzó la puerta sin desclavar la mirada de la mía, tan cerca que sólo tenía que
alargar un poco el brazo para cogerlo de la camisa y estamparlo contra la
puerta para besarle desenfrenadamente.
“¡Hazlo, joder!”, gritaba mi subconsciente. Pero mi jodido orgullo
se negó a hacerle caso. Y mi instinto, que aun temía aquella parte de él que
desconocía.
-
Pues
quizás lo haga…- me amenazó mostrándome su radiante sonrisa de depredador.
Hijo de
perra…hasta cuando se comportaba como un capullo resultaba encantador.
-
¡Pues ya
estás tardando! – grité.
Y cerré la puerta
con un sonoro portazo.
***
Pues sí que estaba enfadada,
menudo genio tenía la chica…
Me encantaba que me pusieran las
cosas difíciles, pero había dicho cosas que temía que fuesen verdad, y tener
que reprimir mi enfado y mi sed no eran compatibles. Así que decidí dejar de
insistirle e irme para dejar que las aguas calmasen un poco.
Pero de camino al ascensor tuve
un encontronazo que no había previsto para ese momento.
-
¿Qué
haces tú aquí arriba?
La potente voz de Janne me hizo
parar en seco, y cuando me giré lo vi detrás de mí con los brazos cruzados
delante del pecho.
-
He venido
a ver a una amiga en común – contesté sonriente.
-
¿Alice? –
caminó hasta quedar justo enfrente mía - Espero
que no le hayas puesto una mano encima.
-
Tranquilo
Plumabrava – dije sin acobardarme ante su tono amenazante – sólo hemos hablado.
-
No sé qué
tienes tú que hablar con ella.
-
Sea lo
que sea no es cosa tuya.
-
Te
equivocas, todo lo relacionado con ella es cosa mía.
¿Y eso qué coño significaba?
¿Qué iba a tenerlo todo el día detrás si quería volver a verla?
-
¿Qué se
supone que eres? ¿Su guardaespaldas?
-
Alguien
que debe protegerla de criaturas como tú.
Así que era
cierto, él sabía más de lo que aparentaba desde un principio.
-
Así que sabes
lo que soy.
-
Se lo que
son las criaturas con las que te relacionas, y que no eres exactamente como
ellos.
-
¿Y qué te
hace pensar que no soy uno de ellos?
-
Porque
estás aquí dentro.
Cosa que confirmaba que estaban
protegidos contra vampiros.
-
¿Y cómo
es que sabiendo todo esto no te negaste desde un principio a qué formase parte
de vuestro grupo y accediese a la Compañía?
-
De
momento no me has dado suficientes motivos para negarte la entrada, y así puedo
tenerte vigilado.
Muy seguro se le veía de sí
mismo. No me tenía ningún miedo y eso en parte me molestaba, pues me hacía
desconfiar aún más sobre lo que era realmente. Un simple humano no se muestra
tan calmado ante una criatura que se alimenta de los vivos.
-
¿No te
preocupan tus compañeros? – pregunté esbozando una siniestra sonrisa - ¿no temes que me pase lo mismo que anoche?
-
Lo
habrías hecho ya si quieras, no intentes hacerme creer lo que no eres. Si
fueses un asesino te aseguro que no te dejaría campar a tus anchas cerca de mis
amigos. He visto cómo te contienes.
-
Crees que
sabes mucho sobre mí ¿no?
-
He tenido
tiempo de sobra para observarte, y se lo suficiente como para darte una
oportunidad.
-
¿Y qué
pasa si algún día no me contengo?
-
Que te
mataré.
A pesar de sus palabras no
parecía alterado, hablaba con completa calma de un hecho que él veía
incuestionable. Aunque yo tenía serias dudas sobre ello, había muchas cosas
sobre mí que no sabía. No era tan débil como pensaba, pero hacérselo creer me
daba ventaja sobre él si algún día llegásemos a enfrentarnos.
Y se equivocaba en un detalle
bastante importante.
Si que era un asesino, pero no de
inocentes.
-
Entonces
creo que de momento ha quedado todo claro entre nosotros. Tú dices saber lo que
soy, yo sé que no eres lo que aparentas y de momento tengo vía libre por aquí
¿no es así?
-
De
momento, siempre y cuando mantengas tus colmillos y a tus amigos chupasangres
lejos de este edificio. Y sobre todo de ella.
-
Te
aseguro que no es mi deseo hacerle ningún daño.
-
Lo sé,
pero a veces lo hacemos inconscientemente.
Tras decir esto último se
despidió y pude seguir mi camino. Salí de la Compañía vigilando que nadie más
me viese y llegué a mi casa a eso de las doce y media.
Shiva me esperaba en la puerta
para recibir su ración de atención diaria y tras saludarla me metí directamente
en la cama sin cenar.
La imagen de Alidaen sobre el
escenario me acompañó hasta que el sueño me hizo perder la consciencia, y
seguramente fue lo que hizo que volviesen a despertar nuevos recuerdos de mi
época en Édora.
Vaya Ali ahora si que me quedo boquiabierta ha estado muy bueno el capi ademas de que muy detallado pero en especial ha estado tan bueno como todos me ha gustado mucho!
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias, un placer que te gustase! ^^
EliminarSi que te gusta ponerlo difícil! Yo no me habría aguantado, jajaja
ResponderEliminarJajajaja Vampy, yo creo que pocas en su situación lo hubiésemos aguantado xD
Eliminar*O* Ali-chan me encanto <3 <3
ResponderEliminar"¿pero de que novela rosa has salido tu" xDD me mato x3
Ya veo el relato *----*
Besitos <3
PD: Extraño a mi Serp ;w;
Jijiji a veces Ali las suelta y se queda en la gloria ^^
Eliminar¡Un beso enorme Mexeee!
PD: Tranquila que pronto hace otra de sus apariciones ;)
Jo, Ali si que tiene genio cuando quiere XD
ResponderEliminarMe ha encantado el cap, y además lo has puesto muy prontito.
Los decorados *.* yo alucino, las cortinas y todo, que pasada.
La sonrisa de Thaerion en la foto 27 o.o Waaaa, que sonrisa, Dios mio XD
Voy a ver si me leo el relato ahora porque con lo lento que me va el internet últimamente he tenido que dejarlo cargándose un buen rato.
¡Alexia!
EliminarSi, nuestra Ali tiene un poquitín de mala hostia, parece que está empezando a sacar las uñas (ya era hora, ¿no?)
Me alegra que te gustase, la verdad es que los decorados de este capi me trajeron muchos quebraderos de cabeza, tuve que modificar media compañía >_<
¡Un beso enorme preciosa, y gracias por comentar! (esperto que pudieses leer el resto del relato)
Vamos Ali, besale, si lo estas deseando D:<
ResponderEliminarPoner esa foto de Thaerion al final... debería ser ilegal *-*
Lo desea...lo desea...¡pero se hace la difícil!
EliminarY opino como tu, deberían meterme en la cárcel por esa foto xD (la verdad es que el chaval duerme con unas posturas un poco raras, pero sabe como salir favorecido)
¡Besotes guapa!
Oh Dios sigue encantandome! Estaré al tanto! Saludos desde Uruguay :3
ResponderEliminar¡Gracias Daroga! Espero verte más por aquí ¡Besos! ^^
EliminarGracias neni por hacer unas historias tan interesantes!! Tarde pero al fin los he leido todos y te queria dar las gracias por una noche de insomnio y de nervios como la de hoy tus historias me han hecho olvidarme de todo.
ResponderEliminar!Ahora a comentarte el capi!
Estaba deseando un encuentro entre Thae y Ali y al fin ha venido! y que se joda que el nene es un sexymbol y lo consigue todo a la primera es bueno ponerle las cosas difíciles.
A ver cuando sacas a Iris!!
Como siempre una pasada nena, felicitaciones y esperando el siguiente ;)
Gracias a ti preciosa por seguir pasándote por aquí a pesar del poquito tiempo que te dejan los dichosos exámenes!
EliminarY di que si, que se fastidie, que le gusta que le den todo fácil y no puede ser jajaja
¡Besos Shara! Y ánimo con lo tuyo ;)
Interesante, interesante! x3 Que fuerte que Thae haya pillado a Ali dandose el lote con Fran... xD ¡Y la mala leche que tiene Ali a veces! Aunque eso es lo que me encanta de su personalidad x3
ResponderEliminarOh, por cierto, amo el pelo de Ali en este capi D: ¿dónde lo descargaste? ewe
Ah por cierto... ¿Te acuerdas de mi? xDD Llevo un año sin aparecer, y echaba de menos tus historias T.T ¡Pero em lo he leido todo del tirón! :D
Oh, y yo he subido nuevo capi, por si te interesa. ¡Más de medio año y todavía voy por el capítulo 6! xD
Pues nada, guapa, sigue así, me encanta como está siguiendo la historia :D Un besazo enorme y nos vemos en el siguiente capítulo! :3
Ay YuuKii que alegría verte por aquí después de tanto tiempo! Claro que me acuerdo de ti! Voy a pasarme ahora por tu blog para leer el nuevo capítulo, que después de tanto tiempo ya casi ni recuerdo lo que pasó!
EliminarMuchas gracias por seguir leyendome y espero verte más a menudo ;)