❧❃❧ Epílogo ❧❃❧
❃ ALIDAEN ❃
La oscuridad que envolvía mi mundo cedió el paso a una claridad tan cegadora que en un principio me costó acostumbrarme a ella.
Cuando mis ojos se adaptaron a la
luz vi que me encontraba en medio de un prado enorme rodeado de flores de todos
los colores y tamaños.
Un lago parecido a aquel donde solía bañarme de pequeña proyectaba en distintas direcciones los hermosos rayos de luz que se colaban entre las copas de los árboles, dotando al ambiente de la misma magia que hacía años, cuando era tan sólo una niña, me atrapaba hasta hacerme perder la noción del tiempo.
Miré hacia abajo y suspiré
aliviada al ver que en mi vientre no había herida alguna.
Estaba descalza y tan sólo una fina capa de gasa turquesa cubría mi cuerpo desnudo.
Caminé hacia el lago y dejé que
el agua me cubriese hasta los hombros, reconfortándome al instante al sentir su
fresco tacto sobre mi piel, que brillaba ligeramente al estar en contacto con
mi elemento.
Nadé en todas las direcciones sin
preocuparme por el tiempo que pasaba bajo el agua.
Era mi hogar, allí me sentía en calma y nada podría dañarme nunca.
No había nadie más que yo, pero
no me sentía sola.
O no.
-
¡Mira!
¡Mira esto! – escuché a mi espalda.
Me giré ondeando mi cuerpo como
un pez y vi a alguien de cuclillas frente a la orilla del lago jugando con
algo.
Era un niño.
Me acerqué nadando hasta él y me
pasé las manos por los ojos para retirar el agua que bañaba mi rostro y me
impedía verle bien.
-
¡Mira,
mira! ¿Has visto lo que he encontrado?
Su voz sonaba entusiasmada mientras movía sus manitas y me enseñaba una pequeña talla con la forma de un unicornio que al contacto con la luz brillaba formando los colores de un arcoiris.
Apenas reparé en ella, pues no podía apartar la vista de su dulce rostro. Y en especial de aquellos ojos brillantes y grises como la plata que ya conocía tan bien.
- ¡Es nuestro tesoro! – exclamó apartando un mechón de pelo mojado de su cara mientras sonreía con dulzura.
Noté que mi vista volvía a
nublarse por la humedad, pero esta vez no fue el agua del lago la que corría
por mis mejillas.
- ¿Qué te pasa mami? ¿Por qué lloras?
Al escuchar esa palabra, cubrí mis labios con una mano
para contener un sollozo, y acaricié sus suaves rizos
rubios.
- ¿Estás triste? – preguntó con inocencia.
Negué lentamente.
- Lloro porque aquí soy feliz – respondí abrazándolo con fuerza.
Y porque no quería que aquel
sueño acabase.
Temía cerrar los ojos y perderlo,
pero tuve que hacerlo para comprobar si realmente me pertenecía o era tan sólo
un producto de mi cruel imaginación.
- Lloro porque sé que ya no estás, y te he perdido antes de saber que existías - gemí abrazando a la nada.
Al abrirlos ya no estaba. Se
había desvanecido en el aire.
- No te preocupes.
Esta vez la voz pertenecía a la
pequeña de pelo negro y crueles ojos del color de la sangre que ya había visto
con anterioridad en sueños. Me observaba a pocos metros del lugar donde
anteriormente mi hijo jugaba felizmente.
Mi hijo…aquel al que acababa de conocer y al que sabía que no llegaría a ver nacer.
-
Debes de
seguir intentándolo.
-
No…
-
Él ya no
existe. Nunca existió. No era nadie.
El agudo dolor por la pérdida me
atenazaba el pecho y la garganta, me impedía respirar. Y me hizo doblarme sobre
mí misma al bajar hasta mi vientre en forma de punzantes pinchazos que dolían
como dagas clavándose una y otra vez con saña.
Como si aquel monstruo cruel de
alas negras siguiese apuñalándome.
El agua a mi alrededor manaba
teñida de rojo.
- No te rindas – me pidió, sorteando la distancia que nos separaba para consolarme, rodeándome con sus pequeños y helados brazos. – Sé fuerte y por fin estaremos juntas.
Pero no era ella quién yo quería
que me abrazase, a quien no había podido proteger…
No era ella quién me había acompañado en la muerte.
Y a quién no llegaría a conocer nunca.
A menudo, las respuestas que tanto ansiamos llegan cuando menos lo esperamos.
❃ THAERION ❃
- ¿Me perdonas, pequeña hada?
- ¡No!
Cuando creemos que todo lo que nos es querido, aquello que nos mantiene aún con vida, nos ha sido arrebatado.
- No me dejes despertar esta vez…sólo dime tu nombre.
- Alidaen.
Alidaen…eres tú. Siempre lo has sido.
Desde el primer momento que te vi supe que nuestros destinos estaban unidos por un estrecho vínculo imposible de romper.
- Si te digo por qué no acudí a nuestra cita el año pasado… ¿me darás una oportunidad?
Desde el primer momento que rocé tus labios…supe que habías nacido para mí. Y que yo te pertenecía.
- Ven conmigo, a mi hogar…a Édora.
- ¿A Édora? Daría lo que fuese por poder hacerlo, pero sabes que es imposible ahora mismo.
- Entonces volveré a por ti.
Le prometí que volvería.
Al menos esa promesa pude cumplirla. Aunque sigo sin tener muy claro qué hice para lograrlo.
- Te he estado esperando tanto tiempo…
¿Acaso todo este tiempo sus recuerdos no han sido también los míos?
- ¿Estás segura de que soy yo a quien buscas realmente?
- Déjame comprobarlo.
¿Cómo he podido estar tan ciego? ¿Cómo pude olvidarme de todo lo que habíamos pasado?
- Entonces…lo que siento realmente… ¿es sólo por haber probado tu sangre?
- ¿Tú sientes que es real?
¿Por qué me negué a creerte?
- Thaerion…eres tú…
Thaerion. De nuevo ese nombre.
Mi verdadero nombre… ¿verdad?
- Mírame a los ojos y dime que no me reconoces.
Ahora sé quién eres.
Eres mi pequeña hada…mi Luz.
Mi vida.
- Eres increíble…
Y sé que aún no es demasiado tarde. Puedo sentirlo.
Puedo sentirte. Tu miedo, tu dolor.
- Tranquilízate, por favor.
- ¡No! ¡Suéltame!
Eres parte de mí.
- No me dan ningún miedo si estoy contigo…
Realmente soy consciente de todo el daño que sé que te he provocado sin quererlo.
- Escúchame bien, vas a olvidar lo que ha pasado esta noche.
- Y vas a olvidar que me has visto.
Espero que puedas perdonarme por haber sido tan estúpido.
Y por no haber podido protegerte.
- No sé qué demonios eres, pero sí que ya no eres el chico que conocí hace diez años.
Sigo siendo él. Y ahora que nuestro vínculo se ha sellado con la unión de nuestra sangre siento que eres parte de mí más que nunca.
- Ya es suficiente.
- No…quiero más.
El hilo que conduce nuestra vida ha quedado para siempre ligado al del otro.
Ese era nuestro destino, la magia de la que tanto me hablaban desde que era tan sólo un niño.
- No me das ningún miedo…
Mi corazón late lenta y rítmicamente mientras me muestras el camino de vuelta.
Y sé que el que yo siga aquí sólo puede significar una cosa…
Que el tuyo también late en alguna parte.
Y que sigues viva…esperándome.
❃ EXTRA ❃
Nota: Las imágenes que muestro a continuación las saqué mientras jugaba con estos dos en una de tantas partidas libres en los Sims 3, el pequeño era tan mono y se les veía tan bien juntos que tuve que inmortalizar al personaje de alguna manera y decidí dejarlas para el final de la temporada, sabiendo de antemano que su personaje no llegaría a nacer y aparecer en la historia del blog. Así que podéis verlas como un "lo que pudo pasar y pasó gracias a quién ya sabéis" ;)
Espero que no me odiéis demasiado y os haya dejado con ganas de más a pesar del dramón final. Ya me conocéis...soy un poco malvada a veces...todo es culpa de la música que suele inspirar mis historias, lo juro.
❃ FIN ❃
Awwwwww mori con las fotos de lo que podria haber sido T.T graxias x compartirlas =D
ResponderEliminarSolo espero que aali no esta muertita x.x aunque parece que no ese era el vinculo Yay.
¡Gracias Vane! Disfruté mucho con esa partida, y me enamoré del primer hijo que tuvieron estos dos, así que tuve que inmortalizarlo en alguna parte. Era muy tierno, pero de mayor...jijiji :3
Eliminar<3 maravillosa historia me ha encantado. todo todo <3 (esa pose con el bebe durmiendo y chupandose el dedito... es tan real mi hijo duerme asi mismo pero con su tete)
ResponderEliminarGracias Lynn ^^ La pose me encanta y se veían muy tiernos juntos, no es mía, pero si te interesa puedo buscar donde la encontré.
Eliminar¡Un abrazo!